Caso del abogado Luis Echeandía Chiappe, torturado por su amante. Video: América.
Caso del abogado Luis Echeandía Chiappe, torturado por su amante. Video: América.

El crimen del abogado Luis Francisco Echeandía Chiappe fue uno de los casos que más impactó en Lima en el año 2004. La investigación inició con la desaparición del dueño del estudio Echeandía Chiappe Abogados, el 9 de octubre de aquel año. Se había dirigido a su estudio para trabajar, pero sus familiares no lo encontraron. Lo que descubrieron los investigadores tendría todos los elementos sórdidos como para mantener en vilo a la gente en aquel momento: sexo, dinero y drogas.

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El 9 de octubre de 2004, alrededor de las 7 de la noche, Echeandía Chiappe (41), dueño de un conocido bufete en San Isidro y profesor en la Universidad de Lima, llamó a su esposa para decirle que estaba saliendo de la universidad, pero que todavía tenía trabajo en la oficina y que llegaría tarde a casa.

Sin embargo, una vez en su oficina, llamó por teléfono a Janko Troha Nieto, quien en ese entonces tenía 19 años, y lo invitó a tomar unos tragos. Troha, estudiante de Derecho de la Universidad de Lima, aceptó la propuesta y quedó en encontrarse con el profesor en su estudio.

Troha había conocido al abogado por intermedio de su amigo y vecino de la Residencial San Felipe, Luis Orbezo Tejeda. Y en la declaración que Orbezo le dio a la Policía contó que había conocido a su víctima dos meses antes, en agosto. “Orbezo Tejeda reconoce que entabló amistad con el abogado y posteriormente mantuvo relaciones sexuales con él hasta en cuatro oportunidades. Echeandía le pagaba 100 dólares por dichos servicios, además que lo invitaba a pasear en su vehículo, consumir drogas y libar licor”, se señala en el expediente. Según los investigadores de la Policía la relación que el abogado entabló con Troha era similar a la que mantuvo con Orbezo.

CRIMEN Y DESAPARICIÓN

Pero Troha no llegó solo a la cita con Echeandía. Según la reconstrucción del crimen, alrededor de la 1:15 a.m., el estudiante se presentó en el estudio junto a su cuñado, José Enrique Zapata, hijo de un general del Ejército, y su amigo Luis Orbezo Tejeda. Los testimonios recogidos durante la investigación apuntan a que nunca tuvieron pensado pasar otra noche de juerga sino robar y matar al abogado.

Una vez allí Troha, Zapata y Orbezo asesinaron a Echeandía a puñaladas, robaron todo lo que consideraron de valor, incluidas las tarjetas de crédito de su víctima, limpiaron la escena, trasladaron el cuerpo hasta la maletera del Peugeot del abogado y lo llevaron hasta el kilómetro setenta y cinco de la Panamericana Sur, donde lo ataron con una soguilla, y Aguirre Zapata lo remató de un balazo en la cabeza. Dos días después fue hallado por unos moradores, quienes dieron parte a la policía y, como éstos no pudieron identificarlo, le tomaron varias fotografías y lo sepultaron como ‘NN’ en el cementerio de la ciudad.

Luis Andrés Mario Orbezo Tejeda (izq.) cayó 14 años después del asesinato del abogado Luis Francisco Echeandía (der.).
Luis Andrés Mario Orbezo Tejeda (izq.) cayó 14 años después del asesinato del abogado Luis Francisco Echeandía (der.).

En los días siguientes los tres asesinos se dedicaron a borrar todas las pruebas que podían incriminarlos. Al menos lo intentaron- Lo primero fue vender el automóvil, el celular, las 14 computadoras extraídas del estudio. También retiraron dinero de las tarjetas de crédito de la víctima. Un comerciante del centro de Lima identificó a Orbezo como alguien que trató de venderle algunas piezas de computadoras. El botín rondó los 25 mil dólares. Pero en el camino fueron dejando huellas y la Policía no tardó en ponerlos en el centro de las investigaciones como los principales sospechosos y a citarlos para tomarles su declaración.

Meses más tarde Orbezo y Troha dejaron de presentarse a las diligencias de la Policía y los agentes les perdieron la pista.

En junio del 2005, un compañero del colegio de Troha le dijo a la Policía que su amigo y Orbezo estaban hospedados en el hotel Amanecer frente al Boulevard de Máncora. “Frecuentan discotecas de ambiente de la zona y se dedican a la microcomercialización de clorhidrato de cocaína desde Tumbes hacia Montañita, Ecuador”, le dijo este testigo a los in- vestigadores.

Días después en las oficinas de la DIRINCRI se recibió una llamada anónima que daba la misma pista sobre el paradero de los tres delincuentes. “Han sacado pasaporte mexicano y han viaja- do al Ecuador. Los documentos los ha tramitado una abogada que tiene su estudio ubicado por la embajada de Colombia”, dijo el informante.

EMPIEZAN A CAER

El primero en ser capturado sería Janko Troha. Un año después del crimen, en octubre del 2005, fue detenido en las inmediaciones de una base militar en Lobitos, Piura. Acorralado por las evidencias confesó su participación en el crimen e involucró a sus amigos José Aguirre Zapata y Luis Orbezo Tejeda.

Con la declaración de Troha se pudo recuperar recién el cuerpo de Echeandía en marzo del 2006. El cadáver del abogado había sido sepultado en un cementerio de Cañete como NN tras aparecer en la playa sin que nadie pudiera identificarlo.

Tras las declaraciones de Troha también se localizó el Peugeot del abogado que había sido vendido en Tumbes. Las pruebas de luminol en el maletero dieron positivo para sangre.

El segundo en caer fue José Aguirre Zapata, que entonces tenía 28 años. Su detención se produjo en marzo del 2006 en Miraflores. Aguirre Zapata fue sentenciado a 30 años y Troha a 20. Ambos cumplen condena en el penal de Lurigancho.

UNA BÚSQUEDA DE 14 AÑOS

Sólo faltaba Luis Orbezo Tejeda, quien había logrado burlar a la justicia e instalarse en Ecuador con una identidad falsa: ‘Carlos Orbezo’. En redes sociales aparecía con el nombre de ‘Luchito OT’ y tenía un pitbull como foto de perfil.

Con el paso de los años, sin embargo, el prófugo se fue descuidando. Comenzó a firmar documentos con su verdadera identidad y el 2015 cometió un error fatal: se registró en el RUC ecuatoriano utilizando sus datos reales. Esa fue la pista inicial.

En abril del 2018 efectivos de la División de Homicidios llegaron al despacho de la Segunda Sala Penal para Reos Libres llevando consigo las fotografías que probaban que Orbezo Tejeda estaba en Ecuador. Con eso la Sala Penal empezó a preparar el pedido de captura internacional.

Mientras tanto la Policía peruana empezó a trabajar con la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desaparición, Extorsión y Secuestros (DINASED) de Ecuador, para seguirle los pasos a Orbezo Tejeda.

Capturan a asesino del abogado Luis Echeandía 14 años después del crimen (VIDEO)
Capturan a asesino del abogado Luis Echeandía 14 años después del crimen (VIDEO)

En octubre tuvieron luz verde para la detención. Sin embargo, según explicó a esta publicación uno de los agentes ecuatorianos de la DINASED que lideró la investigación, Orbezo Tejeda había sido alertado del plan para detenerlo y se había escondido.

La Policía tuvo que esperar pacientemente un nuevo descuido, y eso ocurrió en Navidad. “Volvió a su casa. Se le veía distinto. Se había dejado crecer una poblada barba canosa”, explica el oficial ecuatoriano.

A las 11:20 de la noche del 3 de enero de 2019 se produjo, por fin, la captura dentro del restaurante Munay. Orbezo sólo atinó a confirmar su identidad ante la pregunta de los detectives.

Orbezo tenía ya 34 años, se había casado con una chef famosa, miembro de una familia influyente en Ecuador, y tenían tres restaurantes en Machala. Pero bien dicen que el crimen perfecto no existe y la justicia tarda, pero llega. (Con información de ‘Estás en todas’ y ‘Hildebrandt en sus 13′).

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