A fin de hallar restos de sangre y otras evidencias para saber si la pequeña Katherine (05) fue asesinada o cayó de las escaleras, como adujo su madre y padrastro, peritos de Criminalística de la Policía realizaron pruebas de luminol en la casa donde murió, en la cuadra 1 del pasaje Los Álamos, en El Agustino.
Como se sabe, luego del deceso de la pequeña, ocurrido el 18 de diciembre, su madre Kelly Rojas Paúcar (32) y padrastro Miguel Cigarróstegui (35) trasladaron el cuerpo (dentro de una maleta) a una casa ubicada en un cerro de Jicamarca, entre San Juan de Lurigancho y la provincia San Antonio de Huarochirí, y lo quemaron en un cilindro. Con el cadáver también colocaron prendas de vestir y madera.
Dicho inmueble era propiedad del hermano de Kelly Rojas, quien al enterarse de lo sucedido avisó a la Policía.
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Según el padrastro, la menor iba a ser enterrada debajo de aquel inmueble y para ello habían llevado un pico.
Hace días, la Fiscalía dispuso la liberación de los sospechosos al no determinar si la muerte de la menor fue provocada o accidental. La pequeña falleció producto de un fuerte golpe en la cabeza. Al enterarse de lo ocurrido, el padre de la criatura y excombatiente de la Guerra del Cenepa, Andrés Díaz, vino de Huánuco, donde trabaja como comerciante. El caso aún es materia de investigación.