Mafia de venezolanos tortura y mata sin piedad

La mañana del lunes 9 de setiembre, los peruanos comenzaron el día conmocionados por los macabros hallazgos de restos humanos regados en distintos puntos de Lima. La angustia y el miedo se apoderaban de todos.

Con el paso de las horas y días se determinó que las víctimas eran dos amigos que fueron torturados, asesinados y descuartizados por nueve venezolanos en el hostal ‘Señor de Sipán’, en San Martín de Porres.

Han pasado trece días y las cabezas de los dos cadáveres aún no aparecen.  Las pesquisas apuntan a que una de las víctimas, el venezolano Rubén Matamoros Delgado (22), ‘Locotrón’, fue degollado por haberse quedado con 500 soles de la venta de 50 paquetitos de droga. Jafet Torrico Jara (24) corrió la misma suerte solo por ser amigo del extranjero.

Por los videos de seguridad y el testimonio de trabajadores del hotel, ubicado en una zona de Fiori donde reinan la venta de drogas, la prostitución y los asaltos, detectives de Homicidios habrían identificado a los homicidas.

Un perito de la policía señaló que “estos delincuentes están más allá de la psicopatía, pues accionan con maldad. No sienten remordimiento ni pena al matar, lo disfrutan”.

Alexander Salazar Álvarez, cuartelero del hostal, fue detenido, pero un fiscal ordenó su liberación pese a que los agentes de Homicidios establecieron que sería cómplice de los criminales.

De acuerdo a las investigaciones, la masacre habría sido ordenada por el venezolano William Rondón, ‘Machelo’, de paradero desconocido, como advertencia al resto de su banda.

Angelbert Díaz, ‘Tarra’, y Abraham Perozo, ‘Guasón’, fueron detenidos, este último en Tumbes cuando pretendía fugar a Ecuador. Viajó con Jhonatan Donayre Semprún, ‘Chona’, otro de los presuntos asesinos. Los agentes creen que ellos degollaron a los amigos.

BUSCAN A 'CHEO'

Un nuevo personaje, José Gregorio, ‘Cheo’, pareja de Bárbara del Valle Reyes López, ‘Michel’ -ella habría estado presente en los descuartizamientos-, se suma a la lista de incriminados.

Para la policía, es quien sale del hospedaje con una bolsa de rafia roja y blanca conteniendo los restos humanos. Aún falta identificar a los sospechosos ‘Leswi’ y ‘Jesús’.