El exvicepresidente de la República David Waisman (86), su esposa y dos empleados vivieron una pesadilla en su propia casa, en San Isidro, al ser secuestrados por tres delincuentes que los agredieron con brutalidad para robarles celulares de alta gama por unos 15 mil soles.
Haciendo ‘patita de gallo’, un hampón trepó la pared a las 9 de la noche. “Dos lo elevaron. El que ingresó abrió el garaje para que entren. Encañonaron con pistola a la empleada y le quitaron dos cuchillos con los que cocinaba”, narró el también exministro.
A la mujer la obligaron a llevarlos con los dueños, en el segundo piso.
“‘¡Tranquilos, carajo! ¡Esto es un asalto!’, dijeron. Me paré, vino un desgraciado y me empujó, me volví a parar, discutí y mi señora se encerró en el baño. Seguí discutiendo y me dieron un cachazo en la cabeza y mano”, contó. Un trabajador también fue atacado.
TATUAJES
Los gritos de su cónyuge, por la ventana del baño, hicieron que huyan a pie con dos iPhone 13 Pro Max, un iPhone 11 Pro, un Smartwatch Machete y otro celular.
Cuatro policías de la comisaría de Orrantia, que hacían ronda en patrullero y moto, atraparon a Junior Sencie Condori (30) a unas cuadras. Tenía droga y había lanzado lo robado a un jardín.
Tatuajes, uno en el cuello y otro en el brazo, lo delataron. “Pudieron matarme por defender a mi familia. Estuvimos 20 minutos secuestrados”, acotó Waisman casi con lágrimas.
Sencie salió hace un mes de un centro de rehabilitación para adictos.
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