
La noche del jueves quedó marcada por el terror en Comas. A las 11 p.m., Xiomara Mirella Flores Bazán (37) conducía su camioneta Audi valorizada en 60 mil dólares y regresaba a casa con sus cuatro hijos cuando fue interceptada por sicarios armados. Cámaras de seguridad del distrito captaron cómo los asesinos descendieron de un vehículo oscuro y descargaron una lluvia de balas sobre la madre de familia.
El ataque ocurrió en el cruce de las transitadas avenidas Túpac Amaru y Los Incas, delante de decenas de testigos y buses de transporte público, cuyos choferes tuvieron que hacer sus vehículos a un lado. Las imágenes muestran cómo los criminales, con pasamontañas y armas en mano, se acercaron al lado del conductor y dispararon sin contemplaciones.

Flores, que se dedicaba a la repostería según su esposo, recibió los impactos en el tórax y, pese a la gravedad, intentó avanzar unos metros antes de chocar contra un poste publicitario frente al colegio San Juan Bautista.
Los menores vivieron segundos de terror. Una de sus hijas, de seis años, recibió un disparo que le atravesó la espalda y salió por el cuello; otra, de siete, fue alcanzada en las piernas. En un milagro, los otros dos pequeños, de 11 y 2 años, salieron ilesos, mientras que la mascota de la familia, un perrito, también sobrevivió al ataque.
EL CRIMEN QUEDÓ REGISTRADO EN VIDEO
Las cámaras de vigilancia no solo grabaron el brutal momento de la emboscada, sino también la persecución previa. Según América Noticias, los asesinos venían siguiendo a la víctima desde pocas cuadras antes de su casa. Incluso, un patrullero de la Policía intentó cerrarles el paso, pero los sicarios esquivaron la maniobra y lograron colocarse al costado de la camioneta de Flores.
Tras los disparos, las imágenes revelan la desesperación: el vehículo quedó con la luna destrozada, múltiples orificios de bala y más de 12 casquillos esparcidos en la pista y dentro del carro. El Escuadrón de Emergencia Norte acudió de inmediato. Uno de sus agentes terminó herido en el brazo por esquirlas de vidrio, luego de cruzarse con los criminales en fuga.
El traslado de las víctimas al Hospital Sergio Bernales fue dramático. Un policía cargó en brazos a una de las pequeñas heridas y corrió para salvarle la vida. A pesar de los esfuerzos médicos, Xiomara no resistió.

VIUDO CLAMA JUSTICIA
En medio del dolor, el esposo de la víctima rompió su silencio. Contó que sus hijas permanecen en observación, luchando por recuperarse de las heridas. “Mis hijitas ahorita están un poco delicadas. Tienen 6 y 7 añitos. Sé que hay una justicia divina, tarde o temprano esas personas van a pagar, porque han malogrado la vida de dos niñas”, declaró entre lágrimas.
El viudo recordó que en diciembre de 2024 ya habían sido víctimas de ataques: sicarios colocaron explosivos en dos de sus negocios y balearon su vivienda. Ahora, rechaza con indignación versiones que vinculan a su esposa con cobro de cupos. “Mi esposa era repostera, hacía tortas. ¿Cómo pueden decir que cobraba cupos? Ese dolor nadie lo va a reparar”, expresó con rabia e impotencia.
Mientras la familia pide justicia, las autoridades revisan los videos de seguridad que resultan clave para identificar a los autores del crimen. En Comas, la violencia dejó esta vez a dos niñas heridas, una madre muerta y un barrio entero conmocionado por un ataque que quedó grabado segundo a segundo.










