MAFIAS AL ATAQUE. El alcalde de Comas, Ulises Villegas, quien terminó con 20 heridas en la cabeza, luego de ser interceptado y agredido por delincuentes cuando se desplazaba en su vehículo por la avenida Gerardo Unger, durante la madrugada del pasado 1 de mayo, denunció que organizaciones criminales de ambulantes y dedicadas a la prostitución estarían detrás de este salvaje ataque.
“Soy víctima de amenazas desde el año pasado cuando intervine en el tema de los prostíbulos y los comerciantes, pero no voy a detenerme, voy a seguir adelante”, enfatizó el burgomaestre.
Las amenazas de muerte comenzaron después de desalojar a los comerciantes ambulantes del mercado Chacra Cerro, quienes habían ocupado ilegalmente el espacio público durante casi medio siglo y en donde también se fomentaba la prostitución clandestina. “No nos dejarán intimidados. Debemos recuperar estos espacios. No me esconderé detrás de un escritorio. Hay mafias que extorsionan a los comerciantes informales y están detrás de estas amenazas. Cuando imponemos orden y seguridad, incomoda a los delincuentes”, afirmó el alcalde.
Villegas dio a conocer que después de este ataque contratará seguridad particular para él y su familia y anunció planes para revitalizar la zona recuperada, con proyectos de mejora urbana que incluirán nuevas vías, aceras, áreas verdes y espacios de recreación.
¿QUÉ PASÓ CON EL ALCALDE DE COMAS?
La madrugada del 1 de mayo, el burgomaestre se estaba desplazando en su camioneta por la avenida Gerardo Unger cuando criminales a bordo de dos vehículos lo interceptaron y agredieron. La máxima autoridad distrital estaba a solo un par de cuadras de la comisaría Santa Luzmila.
El alcalde había estado celebrando el Día del trabajador en la piscina El remanso. Cuando se hizo de noche, abandonó el centro recreacional junto a su esposa. Ambos estaban de camino a su domicilio cuando los hampones los sorprendieron.
El burgomaestre intentó huir, pero los malhechores le golpearon la cabeza con la cacha del arma. En medio de la agresión, según detalla, le exigieron que deje en paz a los prostíbulos y ambulantes del distrito. Además, lo amenazaron de muerte. Posteriormente, se llevaron su camioneta y le aclararon que esta era una primera advertencia.
Una vez que los delincuentes se fueron, la máxima autoridad municipal fue trasladada a la Clínica Versalles para que detengan el sangrado.
Conocidos los hechos, la Policía Nacional del Perú (PNP) junto al Serenazgo aplicaron el plan cerco; sin embargo, no dieron con los hampones. Lo que sí encontraron fue la camioneta del alcalde, la cual fue abandonada a cuatro cuadras del lugar donde se reportó el atentado.