El cuerpo de la joven fue encontrada por la dueña de la casa, quien se acercó a la habitación alertada por su ausencia. La víctima tenía huellas que indicaban que había sido golpeada y asfixiada.
Asesinato en Chorrillos

¡Qué horror! Joshueny Marjoley Muñoz Bravo (22) se mudó a vivir sola a un cuartito alquilado para alejarse de su expareja y estar más cerca de su trabajo. Jamás imaginó que en ese lugar encontraría una horrenda muerte a manos de dos sujetos, en .

La joven, trabajadora de una empresa minera, había sido estrangulada en la madrugada. Recién a las 7 de la noche sus vecinos descubrieron el crimen en la primera habitación del segundo piso de la calle San Luis 169, urbanización Villa Marina.

La dueña de la casa contó a la policía que, cerca de las 2 de la madrugada, escuchó los gritos de una mujer. Una hora más tarde vio las siluetas de dos hombres que salían del predio.

“Toqué la puerta del cuarto y no me contestó. Pensé que estaba dormida. Como en la mañana no la vi, creí que se había ido a trabajar. En la tarde llamé a su trabajo y me dijeron que nunca había llegado. Avisé a su familia y policías y, al abrir la habitación, la vimos muerta”, contó Claudia Villar.

SOBRE LA CAMA

La víctima, que solo vestía chompa negra, tenía hematomas en muslos y piernas, yacía inerte sobre la cama. Muy cerca había un espejo grande en el que dejaron un mensaje con lápiz labial que decía: ‘¡No te metas con el veneco!’.

La habitación estaba en completo desorden. Los familiares confirmaron que se llevaron su celular, cartera y documentos.

La empleada, última de tres hermanos, vivía con su familia en El Agustino, pero se mudó hace tres meses a Chorrillos.

“Era muy tranquila y trabajadora. Iba a retomar sus estudios de Contabilidad. Nos enteramos de que era acosaba por un venezolano que vendía salchipapas cerca de donde ella vivía”, dijo Ángelo Zavala, cuñado de la finada.

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