Las principales calles del Callao amanecieron repletas de basura, tras los festejos de Año Nuevo.
La situación se agrava y pone a los chalacos a merced de una crisis sanitaria porque el equipo de contingencia contratado por el Municipio Provincial del Callao no puede realizar su labor de recojo de desperdicios pues son víctimas de amenazas e incluso agresiones.
Según se denunció, varios operarios de limpieza han sido intimidados con armas blancas o de fuego por parte de sujetos que serían presuntos extrabajadores de Eslimp Callao.
Un grupo de inescrupulosos atentó contra una compactadora cuando esta recogía residuos sólidos en la avenida Alameda, lo cual obligó a que se retire del lugar.
Las autoridades civiles y policiales no pueden contrarrestar los ataques por lo que el Callao es una bomba de tiempo sanitario y delincuencial.