Los ataques de extorsionadores contra empresas de transporte en Lima han aumentado, causando gran preocupación entre trabajadores y pasajeros. Tres empresas han detenido sus servicios debido a amenazas y ataques, afectando tanto a conductores como a la comunidad.
Una de las empresas afectadas, Sesosa, conocida como ‘Anconeros’, suspendió sus operaciones después de que uno de sus conductores fuera baleado en la Panamericana Norte, cerca de Pro. El conductor recibió dos disparos y fue llevado al hospital de Puente Piedra. Días antes, la empresa había recibido mensajes extorsionadores, y tras el ataque, los delincuentes se adjudicaron el atentado.
Otra empresa, Corazón de Jesús, en San Martín de Porres, también fue víctima de extorsión. Desconocidos dispararon contra el portón de su cochera, dañando varios buses. Los extorsionadores exigieron 30,000 soles para no atacar a conductores y cobradores, lo que llevó a la paralización del servicio por miedo a nuevos ataques.
La empresa El Lorito, que cubre la ruta de Huaycán a Pachacútec en Ventanilla, enfrenta una situación similar. Cincuenta buses no salieron a operar por temor a ser atacados. Los transportistas han recibido amenazas por celular y en papeles que exigen pagos para garantizar su seguridad.
Transportistas exigen seguridad al Gobierno
El miedo entre los transportistas es palpable, denunciando sentirse desprotegidos y sin apoyo de las autoridades. Algunos confirman las amenazas, mientras otros prefieren guardar silencio. Todos coinciden en la necesidad de medidas urgentes para garantizar su seguridad y poder trabajar sin temor.
En las últimas semanas, dos conductores han sido asesinados, aumentando la violencia. Empresas como Etuchisa y El Mandarino han exigido al Gobierno acciones inmediatas y efectivas para frenar esta ola de ataques que pone en riesgo a miles de trabajadores y pasajeros que dependen del transporte público.