Peruano que se respeta. Alegre y gracioso. Así es el huancavelicano Jacinto Soto Enciso (47), quien siempre divierte a su clientela con alguna ocurrencia para vender sus plátanos en el puesto 8 - pabellón H del mercado Tierra Prometida de Santa Anita. La última de sus travesuras fue atender a sus caseros disfrazo como un enorme muñeco de banana, al cual bautizó como: ‘Plátano Picarón’. “Que se cuide la ‘Paltita Emocionada’, porque estoy embalado”, bromeó el comerciante.
Soto tiene más de 15 años dedicado al comercio de plátanos, que trae desde Pichanaqui, en Junín. “Soy un bendecido porque la fruta la cosecho de la chara de mi ex suegra y en la chacra de la nueva suegra”, confiesa. Este padre de familia de tres niños es quechuahablante y ofrece sus plátanos en el idioma de los incas. Vende hasta cinco mil soles bananos en un solo día y por ello debe trabajar más de doce horas. Su jornada inicia a las 2 de la madrugada y no se detiene hasta descargar la última jaba de plátanos.
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El ahora conocido como ‘Plátano Picarón’ ofrece en su puesto diferentes variedades de bananos. Tiene bellaco, palillo, isla, seda, morado, bizcochito y manzanito. “A todos mis clientes que me presenten el reportaje que me hizo Trome en el diario, les regalaré un kilo de plátano”, prometió el alegre comerciante.
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El plátano es una fruta rica en potasio, que aporta carbohidratos que dan energía. Es ideal para los deportistas y niños, explica la nutricionista Jakeline Miguel. “Puedes consumirlo en la mañana o media mañana, no es recomendable que las personas obesas lo consuman en la tarde o noche por sus carbohidratos”, señala la profesional.
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