Piura sufre y clama por ayuda. La tarde de ayer , una intensa lluvia volvió a caer, anegando la Plaza de Armas y distintas calles, lo que llenó de miedo a los piuranos, que temían nuevas y masivas inundaciones.
Pero la situación más grave se dio en Catacaos, donde dos diques que no fueron reparados estaban a punto de colapsar, lo que amenazaba arrasar con todo. Se calculaba que podía ocurrir a la 1 de la madrugada, por lo que las autoridades pedían de forma desesperada a los vecinos que se vayan a lugares elevados en esta parte de Piura.
Sin embargo, muchos en esta zona de Piura no obedecían por temor a que les roben lo poco que habían rescatado de sus hogares tras las inundaciones del último lunes.
En tanto, también la tarde de ayer cayó un huaico en la zona de Hualapampa, en el distito de Huarmaca, destruyendo varios sectores de la carretera ‘Fernando Belaunde’, así como 40 viviendas.
DESASTRE
Como si fuera poco, miles de personas que se quedaron sin casa padecen hambre y sed por falta de alimentos y agua.Por ello, el Gobierno declaró estado de emergencia nacional en Piura, debido al ‘desastre de gran magnitud’. La medida de excepción durará 60 días calendarios, tiempo en que se podrán ejecutar las acciones y medidas de excepción ‘inmediatas y necesarias’, de respuesta y rehabilitación que correspondan. La desesperación aumenta, sobre todo en las zonas más alejadas, muchas de las cuales están aisladas, pues las vías fueron destruidas.
El panorama es desolador en localidades como Pedregal Chico, Pedregal Grande y Pozo de Los Ramos, donde los angustiados habitantes se agolpan a un lado de la vía para clamar por agua y comida. Muchos no comen hace días.
BASURA EN LAS CALLES
Las imágenes son surrealistas, pues a varios pueblos aislados que están inudados solo se puede llegar en canoa. Es el caso de Chato Chico y Chato Grande.
En el distrito de Castilla, Piura, la basura está inundando las calles. “Se están formando focos infecciosos. Nadie envía motobombas ni víveres”, dijo el vecino Martín Espinoza.