Escándalo. En medio de forcejeos, empujones, insultos y golpes, el alcalde del distrito de Castilla, en Piura, Luis Ramírez, fue impedido de retomar sus funciones en la comuna.
El burgomaestre llegó a las 10:30 de la mañana y cuando trató de ingresar al local municipal, acompañado por su seguridad y secundado por un grupo de simpatizantes, un contingente de policías y serenos se lo impidió, por lo que se produjeron forcejeos y empujones en los que participó el mismo burgomaestre.
Inclusive cuando uno de los accesos a una oficina fue cerrado, el acompañante del alcalde trató de burlar la seguridad e intentó meterse por una ventana, por lo que un sereno lo detuvo y en ese instante Ramírez lo agredió con un puñete, mientras que los demás efectivos trataron de controlarlo.
La autoridad, hasta pasadas las 2 de la tarde, fue impedido de asumir sus funciones, que están a cargo del alcalde encargado, Robert Sánchez, quien aseguró que se está cumpliendo una solicitud de vacaciones que su mismo gerente de confianza solicitó hace algunos meses.
“Si el alcalde labora como lo quiere hacer ahora, tendríamos que pagarle dos sueldos adicionales y no hay plata en el concejo”, afirmó Sánchez.
A su turno, Ramírez calificó de ilegal la medida y anunció que denunciará este hecho al Ministerio Público de Piura, porque un gerente no le puede dar vacaciones.
Horas antes, la sesión de pedido de suspensión del alcalde Ramírez fue postergada por falta de quórum. “Hoy no han dejado ingresar a la gente a la sesión del concejo porque estaba llena de maleantes. Yo responsabilizo a quien representa en estos momentos a la municipalidad, y tenemos las pruebas suficientes y lo vamos a denunciar en la fiscalía de Piura”, dijo.
Minutos antes de la sesión, moradores de Castilla, en Piura, protestaron en el exterior de la comuna porque deseaban ingresar para participar de la reunión donde se definiría la situación del alcalde suspendido Luis Ramírez.