La delincuencia está cada vez más violenta y no tiene reparos en matar a la gente con tal de llevarse hasta un celular de 100 soles. La población demanda por ello la construcción de más cárceles en la puna o en lugares inaccecibles, donde los presos paguen realmente por sus mútiples delitos. Ante ello, muchos recuerdan aún la colonia penal de El Sepa, en medio de la selva de Ucayali y piden reeabrirla para que albergue a los reos más peligrosos del país.
Esta cárcel, levantada a semejanza de la llamada ‘Isla del diablo’, donde transcurre la novela y película ‘Papillon’ de Henri Charriere, funcinó de 1951 hasta 1993, cuando el expresidente Alberto Fujimori decidió darle de baja, pues un año antes había sufrido un atentado terrorista. Al momento de su cierre, un solo reo cumplía condena y recién cumplía su pena en el 2003.
Por sus celdas, que se llegó a usar para presos políticos, pasaron, entre otros, figuras de la izquierda nacional como el poeta Javier Heraud, Jorge del Prado, Horacio Zeballos Gámez, Carlos Malpica, Genaro Ledesma, y el ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes., el popular ‘frejolito’.
EN MEDIO DE LA SELVA
Se ubicaba en medio de la selva de Ucayali, rodeada de tupida vegetación, ríos y pantanos, lo que hacía prácticamente imposible que alguien pudiera escapar. Tenía una extensión de 38 mil hectáreas y era muy temida, no solo por lo inexpugnable, sino por los castigos que antiguamente se proferían. Como prueba de ello aún se puede ver el famoso ‘pozo de los castigos’, donde se sumergía a los presos en agua hasta que se sumergían de cansancio o por el peso. Otra forma de tortura era amarrar a los presos junto a hormigas que les generaban picaduras e fiebre. Además, los enmarrocaban para ser víctimas de mosquitos.
Especialistas afirman que este penal podría volver a funcionar con algunos arreglos, como sensores, circuito cerrado de televisión y otros avances de la tecnología.
Su nombre oficial era Colonia Penal Agrícola del Sepa, pues los presos estaban obligados a trabajar sembrando productos para su propia alimentación y una de sus peculiaridades era que no tenía muros. “¿Para qué?”, decían los guardias, confiados en que la misma selva haría que se arrepintieran a los que querían evadirse.
Estaba cerca de la desembocadura del río Sepa (de allí su nombre) en el bajo río Urubamba en el distrito de Sepahua, provincia de Atalaya, Región Ucayali. Actualmente alberga un centro ganadero propiedad del Instituto Nacional Penitenciario.
ODRÍA INAUGURÓ LA PRISIÓN EN 1951
Fue el general Manuel A. Odría quien ideó esta prisión como una punta de lanza para la colonización de la inmensa Amazonía. Soñaba con que los reos se regeneraran y al final de su condena siguieran en la zona
La idea que había detrás de este modelo era que la colonia albergara presos con condenas largas e historial de reincidencia, los cuales cumplirían dichas condenas residiendo en la Colonia junto con sus familias en calidad de colonos, cumpliendo así uno de los objetivos del penal que era la resocialización de los internos mediante el trabajo.
En su mejor momento llegó a albergar 800 reos hasta los años 80 en que, como se dijo, solo quedó un reo, de iniciales JD. No se podía cerrar El Sepa precisamente por él, pues su condena era hasta el 2003.
Sin embargo, el 15 de septiembre de 1992 el lugar fue atacado por terroristas de Sendero Luminoso, por lo que de inmediato se tomó la decisión de cerrarlo.
El expresidente Alan García, en su mensaje presidencial por fiestas patrias de 2009, anunció la reapertura de El Sepa, pero días después su entonces ministro de Justicia Aurelio Pastor aclaró que no se había referido específicamente a este penal.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- ¿Indirecta de Melissa Klug a Farfán por mandarla a trabajar?
- Gabriela ‘enfrenta’ EN VIVO a Yahaira Plasencia: “¿Tienes algo?
- Piero Quispe: ¿Camino a ser un futbolista que desperdicia su carrera?
- Hermano de Shakira se fue a los golpes con Gerard Piqué, informan