En un restaurante, reservado especialmente para él, y con un rico sudado de pescado, como plato de fondo, don Fausto Sánchez Cama celebró sus 102 años de vida en plena . Aunque es consciente que la edad ya le está pasando factura, se mantiene lúcido, fuerte y con las ganas de seguir disfrutando de su familia.

“Íbamos a prepararle una comida en la casa, pero por su día, quisimos sacarlo a respirar otros aires, respetando los protocolos de bioseguridad. Reservé el restaurante con unos días de anticipación”, contó su hijo Ernesto, quien vive en . Después del banquete marino, que incluyó también cebiche, don Fausto sopló las velitas de la torta, acompañado de los aplausos de su familia y hasta de los mozos, que se sumaron al agasajo.

En su juventud, este cañetano fue agricultor. Haciendo honor a su ciudad natal, además de cultivar la uva, se convirtió en un experto en la preparación del vino, pisco y el popular trago cachina.

MIL OFICIOS

“Mi papá no se cansaba de trabajar. Tuvo otros oficios, como carpintero, pintor, electricista. Estudió para ser técnico en refrigeración”, aseguró Ernesto.

En Lunahuaná, donde pasó gran parte de su vida, se enamoró de Julia y no dudó en convertirla en su esposa. Fruto de su amor, tuvieron cuatro hijos: dos mujeres y dos hombres (uno falleció). La familia se extendió a tres nietos y una bisnieta.

Aunque Julia partió hace seis años, don Fausto la mantiene presente en sus recuerdos. Confiesa que una buena alimentación a base de leche y huevos es el secreto de su longevidad.

SEPA QUE…

  • Padece de artritis y se moviliza con silla de ruedas.
  • En los desayunos le gusta tomar su vaso de leche con un pan con queso, mermelada, mantequilla o jamón.
  • Además de los pescados, su otro plato favorito es la sopa de pollo.

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