Hace años María Huamán se viste como ‘Rocket Raccoon’, miembro destacado del equipo de superhéroes Guardianes de la Galaxia del mundo Marvel. Esto lo hace para llevar alegría a las calles de Lima y de paso tener un ingreso para cubrir los gastos de su casa. Pero detrás de este curioso traje militar se halla una madre soltera de 42 años que lucha no solo contra las adversidades cotidianas, sino también contra un problema oncológico que la alejó un tiempo de las calles.
Hace unos cuatro meses María volvió al Jirón de la Unión para entretener con su atuendo a las personas que transitan por este conocido pasaje. “Antes ya he trabajado aquí, me tuve que ausentar un tiempo por un cáncer que me detectaron, todavía sigo en tratamiento, pero sé que lo venceré”, cuenta con valentía.
Tiene dos hijos y describe con orgullo cómo su pequeña de seis años la apoya y se emociona al verla disfrazada. “Mi niña se emociona al verme con el disfraz y me dice que está bonito. Le gusta que me tome fotos con los niños porque son los que más se acercan a mí para pedirme una fotografía”, relata.
Desde chica María se ha sentido atraída por la caracterización de personajes. “En casa solía pintarme la cara o ponerme algún traje parecido a algún personaje que me gustara, por ejemplo la princesa Leia (‘Star Wars’)”, dice.
GAJES DEL OFICIO
En el Jirón de la Unión trabaja desde la una de la tarde hasta las diez de la noche, equilibrando su tiempo entre sus hijos y su trabajo. Para estas Fiestas Patrias estará más tiempo porque hay más gente que sale a pasear con sus familias.
“Me organizo para ocuparme de mis hijos y de la casa, como soy madre soltera tengo que trabajar con más fuerza por mis pequeños, ellos me motivan a salir porque no todos los días son buenos, hay unos en que se recauda más monedas que otros. Creo que estaré en la Parada Militar con mi traje de Rocket y mi metralleta, marchando a paso firme, solo es broma (se ríe)”, expresa.
Trabajar en la calle con un disfraz no es sencillo y esta mamita luchona lo sabe porque confesó que la cabeza de Rocket durante el verano le daba muchísimo calor, pero lo soportaba porque era parte del vestuario. Ahora en invierno la mantiene calientita, pero igual a veces le incomoda.
ANÉCDOTAS CON NIÑOS
Las interacciones con los niños son momentos especiales para María. “Una vez vino una familia completa y el más pequeño me dijo que le gustaría llevarme a su casa porque quería que seamos mejores amigos. Lo dijo con una voz tan tierna que casi me saca unas lágrimas. En otra ocasión, un niño me jaló la cola y la nariz, y decía ¡eres de verdad!”, recuerda con una sonrisa.