Cuando era niña, Erica Sua Ramos De Pina (48) ayudaba a su mamá a elaborar recuerdos para promociones, bautizos, bodas y quinceañeros. En ese tiempo, aprendió el arte de la cerámica en frío y el pintado de la cerámica bizcocho. Jamás imaginó que ese talento, que descubrió de pequeña, sería la solución a sus problemas económicos en plena pandemia. Ahora, divide su tiempo entre atender a sus dos hijos y elaborar sus tazas navideñas y personalizadas, en su casa de Villa María del Triunfo.
¿Por qué no se animó antes a vender las tazas?
No lo veía como negocio, solo hacía las tazas para regalar a mis hijos o a mis amistades.
Entonces, ¿qué la motivó?
La necesidad hizo que me lanzara. Las ganancias del negocio de publicidad textil de mi esposo ya no alcanzaban. Tengo un hijo en la universidad y otro pequeño en el colegio, así que tuve que buscar la manera de generar dinero.
¿Es complicado elaborarlas?
Demanda su tiempo porque cada taza es personalizada. Decoro de forma manual y hago el diseño que me piden los clientes. Suelo poner sus nombres e incluso puedo recrear fotos, si así me lo piden. Honestamente, volver a trabajar con la resina, cerámica en frío y las pinturas acrílicas no ha sido fácil para mí.
¿Cómo va el negocio?
‘Kika Art’ está creciendo de a pocos. Ya envié 20 tazas a España y 12 a Estados Unidos.
¿Dónde hacen los pedidos?
Estoy en Facebook (@Ericardpz) e Instagram (@kikaart04). También pueden llamarme al 948-080-238.