Estudió cocina, trabajó para Gastón Acurio, aunque después descubrió que su mayor vocación y talento son el arte del maquillaje de efectos especiales (Make-Up FX) y la caracterización. Lo plasmó en numerosos personajes de televisión, cine y teatro, especialmente con Carlos Álvarez, Chola Chabuca, Miguel Moreno, Fernando Armas y ya dio el salto a series internacionales de ficción, incluso colaborando para Netflix. ¿Cómo lo hizo, qué personajes ha realizado en sus once años de carrera? ¿Dónde presentará al público su talento en vivo, dónde aprender con él, incluso con clases gratuitas? Conoce esto y más en la entrevista que Pablo Beltrán (34), caracterizador FX (maquillador de efectos especiales), brindó a Trome.
De niño mi mamá me matriculó en cursos de moldeado, escultura y artes plásticas en Bella Artes. Además, me gustaba mucho películas como la saga Volver al Futuro, también me apoyaba viendo revistas y en VHS sobre personajes. Y mi familia siempre ha estado ligada al dibujo, pintura, las artes, aunque yo todavía no estaba buscando ese camino y siendo joven estuve en otros campos.
Estudié y me gradué en la carrera de gastronomía, soy cocinero (chef) y tuve un pequeño negocio hasta que por una invitación llegué a América Televisión hace casi trece años para trabajar en la producción y logística del programa Master Chef Perú de Gastón Acurio. Ahí me conecto con la televisión y aunque terminado el proyecto volví a Trujillo, me propuse regresar a Lima y a la televisión.
Al inicio en Lima trabajé en restaurantes hasta que vi creación de personajes en activaciones, conciertos, pero con figuras de estilo muy realista y eso me atrapó. Empecé a trabajar para un artista plástico. Él no quería entrar en televisión, pero por eventos hacíamos caracterizaciones, incluso en mí como vampiro, con colmillos y nos vio Alfredo Benavides. Eso fue clave para todo lo que vino.
En ese tiempo estaba ‘El especial del humor’ de Jorge Benavides en Latina Televisión. No había redes sociales ni WhatsApp, pero a través de su hermano (Alfredo Benavides) se tuvo el correo y mi jefe pidió mostrar nuestro trabajo. Les gustó, nos contrataron y estuve como asistente, a la vez aprendí de cámaras y cómo se trabaja en medio televisivo.
Un día Alfredo Benavides tenía que caracterizarse de Álamo Pérez Luna para una secuencia que llamaban ‘Diez’. Mi jefe estaba muy ocupado porque era un elenco muy grande, yo todavía era jovencito, sin mucha experiencia, pero como se diría, me lancé a hacerlo. Alfredo aceptó y le gustó como quedó. Le dijo a mi jefe ‘el alumno está superando al maestro’ y al otro día mi jefe ya no me volvió a llamar.
Me quedé sin trabajo, sin ilusiones, sin sueños. Nada, todo se rompió. Desaparecí.
Tenía dos caminos: deprimirme y volver a ser ayudante de cocina trabajando seis días a la semana y ganando menos que lo que recibía en televisión o buscar alguna oportunidad de presentar que sí podía trabajar y vivir de mi talento.
Yo quería volver a la televisión, ya estaba empapado de la caracterización, incluso había hecho pedidos de algunos materiales del extranjero porque quería mejorar y brillar con mi trabajo profesional.
“Sí, y vi una gran oportunidad con Carlos Álvarez, porque Jorge Benavides tenía en otro canal la competencia de ‘El Cartel del Humor’ donde Álvarez imitaba al ‘Patrón del Mal’, Pablo Escobar, y él era un ‘boom’ con ese personaje.
En esas épocas la prótesis que se ponían en la cabeza se notaba y no había como perderla de la piel, se veía dos colores o muy grueso. Y con materiales de afuera lograba que se vea mejor. Busqué contactar con su productor y demostrar no solo la calidad de mi trabajo, sino que yo podía sumar a sus contenidos”.
Sí, ubiqué al productor. Me dijo ‘Ok, Pablito, yo te llamo’. Pero como sé que andan ocupados con los artistas, entendí ese ‘yo te llamo’ como ‘no te llamaré nunca’. Salí a comer y esa misma noche me sorprendió que sí llamó y me pidió ir al canal al día siguiente para grabar.
Ese primer día en la noche me llamó a su oficina, me dijo que le había gustado mi trabajo, preguntó si tenía contrato en otro canal, respondí que no. Luego preguntó cuánto quería ganar, me pagó un mes adelantado y ahí empezó la aventura que duró siete años seguidos. Trabajé con él para cine, televisión, teatro, activaciones, giras, viajamos por todo el país.
Fue una experiencia muy chévere, hubo momentos difíciles también. Carlos es como un padre, te aconseja, te ayuda, se preocupa por ti y te da esa inyección de motivación para dar lo mejor de uno. En algún momento en que yo no daba la talla con alguna caracterización me decía ‘yo te exijo porque sé que tú puedes’.
También juntos trabajamos para el programa de noche ‘A las once’, que en América Televisión salía en las noches con Fernanda Kanno y Rebeca Escribens, y grabábamos secuencia de lunes a viernes. También estuvimos en ‘¡Habla bien!’ ‘El que no cae, resbala’, luego en Willax y volvimos a ATV con el Cartel del Humor.
Sí. En el 2020 recibí una propuesta ya del canal, de América Televisión para estar en el Reventonazo de la Chola, con Ernesto Pimentel, y como el programa sale una vez por semana me permitía más tiempo para proyectos personales porque el ritmo con Carlos Álvarez era más intenso y de viajes.
Pero estoy muy agradecido porque quien me permitió crecer en la televisión y me dio la mano como un padre, fue Carlos Álvarez. Siempre que íbamos a una entrevista y lo caracterizaba, lo felicitaban y él decía ‘gracias a Pablito’, y soy yo, Pablo Beltrán. Seguimos siendo amigos y trabajo en varios de sus eventos, activaciones o algunas grabaciones que hace en sus redes sociales.
Sí, en el 2020 acepté la propuesta de América Televisión e increíblemente firmé tres días antes de que todos entráramos en cuarentena por la pandemia de coronavirus. ¿Recuerdas? Nos encerraron a todos. Si no hubiera firmado ese contrato, no habría podido salir ni a vender caramelos, pan o lo que sea porque no lo permitían.
Muy bien. Y la vida me sorprendió una vez más, porque tras estar trabajando dos años en el programa de la Chola Chabuca y también apoyando en el Gran Show de Gisela, me llegó en el 2021 una propuesta para hacer una colaboración para una serie para Prime Video.
Era una serie sobre zombies. Querían 30 zombies y se tenía que grabar en Bahamas. ¡Yo ni sabía dónde quedaba, ja,ja!. Aún estábamos en pandemia, pero ya había vacunas y como La Chola (Ernesto Pimentel) grababa una vez por semana, pude viajar.
Fue una buena experiencia, y los del proyecto costearon el viaje y fue todo bien y regresé. Además, me capacitaron e invitaron a una exposición de Makeup FX (caracterización o maquillaje con efectos especiales) en Studios Universal.
¡Sí! Acepté, viajé a Estados Unidos. Terminé esa capacitación que fue de un nivel más avanzado en creación de prótesis con técnica de encapsulado con silicona hiperrealista (parece que fuera la propia piel), para películas.
En eso me entero que los de la producción de Bahamas me habían recomendado para una importante serie para Netflix.
Fue en el 2022, para Stranger Things, serie de suspenso y ciencia ficción de Netflix. Fui colaborador externo, no salgo en los créditos. Lo que hacía eran los moldes para las prótesis de los personajes. Trabajábamos en equipo, desde Bahamas, y estuve ahí cuatro meses.
Retorno con proyectos para dictar cursos, charlas, ya que tenía más experiencia y nuevas técnicas. Dicto clases en instituciones y también las doy de forma gratuita, siempre con motivación para que los alumnos se tracen sus propias metas y sean cada vez más grandes porque hay que atreverse.
Ernesto Pimentel (‘Chola Chabuca’) también siempre me ha apoyado mucho y me reincorporé como parte de su equipo del Reventonazo de la Chola y sigo laborando con él aproximadamente cuatro años.
Dicto a través de mis redes sociales y con diferentes instituciones, como la Charles Chaplin. He dictado en la Casa del Estilita, también en la escuela Rosa Merino, en Trujillo.
Los alumnos se sorprenden del resultado y es muy chévere cuando uno supera sus propias expectativas.
¡Síi, claro! Yo vengo de abajo. Trabajo desde los 12 años para poder pagar mis estudios. Desde vender emoliente en la calle y ser mesero hasta ser cocinero en el mejor hotel de Trujillo. Siempre ligado a la gastronomía.
En el maquillaje social suele buscarse mucho contraste y matices de colores que los maquilladores se esmeran en hacer, pero la televisión es muy rápida, todo se graba en un día o dos y hay que ser muy hábil.
La comida criolla y la italiana. Dicen que lo mejor que preparo son lasagnas, pastas, ravioles, fetuccinis, pizza y en lo criollo todo lo que son guisos, frejoles, cabrito a la norteña, shambar, arroz con pato, cebiche...
He realizado, por ejemplo, caracterizaciones de Escobar ‘Patrón del Mal’, Ollanta, Toledo, ... también PPK sumándole una evolución en las prótesis que Carlos Álvarez usaba para su imitación y cuando se vio en el espejo dijo: ‘es el presidente’. También para su imitación de monseñor Cipriani, para caracterizarlo como Urresti, y hasta que el mismo Daniel Urresti cuando lo vio dijo ‘ah, tú eres el que le pone mi lunar en el rostro’.
Para Santiago Suárez trabajé la caracterización de La Máscara que salió increíble en El Gran Show con su interpretación. Gisela Valcárcel dijo ¡Es la máscara! y Morella Petrozzi resaltó ‘lo mejor de la noche’.
También he trabajado varios personajes con Miguel Moreno, con Fernando Armas, Manolo Rojas.
Y entre otros personajes, zombies, personajes icónicos de películas como Freddy Krueger, también caractericé al Grinch que se vio en diciembre en la Casa de Papá Noel de Coca Cola.
No. Si bien un maquillador también es un profesional completo, su evolución es llegar a caracterizar; es decir, hacer caracterización, prótesis, maquillaje realista y no solo maquillaje social (para novias, fiestas).
Maquillador y caracterizador tienen técnicas distintas. Aunque hay que tomar en cuenta que en Perú la caracterización está más ligada al humor, no tanto de monstruos, zombies, vampiros u otros personajes como para cine.
Los que hacen contenido audiovisual también necesitan herramientas del make-up FX.
Transformar a un hombre de mujer. Los actores imitan a políticos, pero cuando se trata de mujeres a veces los rasgos son muy finos. Por ejemplo de cuando Madeleine Osterling era candidata municipal y Carlos Álvarez hizo su parodia de Madeleine Owesting. También la Foquita Farfán con bemba.
Laborioso ha sido caracterizar en personaje a PPK porque había que hacerle orejas, nariz, mentón, calva y luego pegar pelo por pelo. La caracterización de Vizcarra también, y la de Fujimori por los ojos chinos, calva y pelo.
Y más trabajoso si grabas en exteriores porque tienes que estar retocando, sudan, la prótesis se puede caer o se despega, y hay que lidiar con los tiempos de grabación.
En el caso de la presidenta... no tanto porque es un rostro de persona mayor, la peluca ayuda, también poner una nariz que se parezca, dibujar las cejas, colocar sombras.
Lo que más se elabora y es trabajoso para caracterización son las orejas bien hechas, y las prótesis cerca de la boca y en la zona del mentón o la papada, porque está en contantemente movimiento y se pega con adhesivo dermatológico no con cualquier pegamento y en tanta fricción se podría despegar.
Lograr que lo que el director, productor o quien está dirigiendo se sienta satisfecho junto con lo que el guionista y realizador. Ese tipo de caracterizaciones o Make-up FX es un trabajo en equipo. Te pueden decir ‘quiero un alien que tenga referencias de mosca’ y tienes que crear el personaje, no es solo ver una foto y plasmarlo en rostro del actor.
Por ejemplo cuando un imitador ve en el espejo que tiene las facciones del personaje y que no tienen nada que ver con su rostro y así se mimetiza más con su imitación.
Quiero estar en una producción internacional a nivel de la Casa de Papel, y sé que voy a llegar, pero es trabajo contante, seguir avanzando porque todo es un proceso. También me gustaría trabajar con Will Smith.
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