Para la periodista Patricia del Río, el caso Figari es uno de los tantos cuentos de terror e injusticia que ocurren a diario en el Perú.
Como se sabe, la denuncia contra Luis Fernando Figari, fundador de Sodalicio, por delitos de violación y secuestro fue archivada por la titular de la 26º Fiscalía Provincial Penal de Lima, María del Pilar Peralta Ramírez.
Sobre el fallo, Patricia del Río señala hoy en su columna de El Comercio que "a pesar de los testimonios que hemos escuchado a lo largo de los años, a pesar de las contundentes conclusiones a las que llegó la comisión de ética y reconciliación, convocada por el propio Movimiento Social de Vida Cristiana, a pesar de la detallada investigación de los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, para nuestra justicia, Luis Fernando Figari no amenazó, no secuestró, no maniató, no violó".
Entre los argumentos de la fiscal en el caso de la denuncia por presunto delito de abusos sexuales al interior del Sodalicio de Vida Cristiana, destacan que, durante las investigaciones, no hubo ningún afectado que se acercara a denunciar que haya sido víctima de dichos abusos.
Además, se indicó que por el tiempo transcurrido desde la creación de Sodalicio – más de 40 años – los delitos ya habían prescrito, de haberse cometido.
"¿Qué tiene que pasar para que nuestras autoridades reaccionen?¿Cómo debe probarse un delito? ¿En qué sociedad vivimos cuando la palabra y el dolor de decenas de jóvenes no se toman en serio?", se pregunta Patricia del Río, y más adelante hace mención a dos casos más donde se evidencia la pasividad de la justicia peruana.
La periodista destaca en su columna el caso de la madre de familia que fue encerrada con sus hijos en el cuarto que alquilaba en Surco porque no había conseguido pagar la luz.
"Su casero, Daniel Meza Salamanca, harto de esperar su dinero, encerró con llave a la familia y desapareció. La señora Bueno llamó a la policía y esta, según explicación del comisario de Surco, informó a la fiscalía, pero nadie intervino, porque ya era muy tarde para encontrar un cerrajero. Tuvieron que pasar 20 horas y desplegarse todo un escándalo mediático en la puerta de la vivienda para que llegaran los policías con combas y garrochas, y rescataran a la madre y a los niños".
Asimismo, menciona la denuncia de acoso que su colega Juliana Oxenford hizo en Twitter.
"Me persigue en auto, se para horas frente a mi casa y la Policía no puede hacer nada porque es enfermo mental pero tiene brevete", señaló muy molesta Juliana Oxenford.
Patricia del Río contó que ella ha vivido en carne propia el acoso del mismo sujeto.
"Esta semana la periodista Juliana Oxenford denunció que es acosada en su trabajo y en su domicilio por Winston Manrique Canales, un sujeto que sufre de esquizofrenia y que ha perseguido de manera violenta, y por meses, a Jessica Tapia, a Maricarmen Sjoo, a mí… y siguen nombres. Todas nos hemos quejado, todas hemos acudido a la policía, Jessica Tapia incluso llegó hasta los tribunales y la respuesta fue siempre la misma: el sujeto es inimputable, es un enfermo mental, no se le puede encerrar".