La alarmante cifra de contagiados por el nuevo coronavirus obligó al presidente Martín Vizcarra a extender la cuarentena por dos semanas más. Sin embargo, la población parece ya no soportar más y se debate entre la salud y el hambre. Para saber qué nos espera en este crítico panorama, Trome conversó nuevamente con la destacada médica y exministra de Salud, Patricia García Funegra (57).
Doctora, algunos especialistas dicen que la cuarentena no ha funcionado por la explosión de casos. ¿Usted cree que ampliando dos semanas más tendremos mejores resultados?
Primero, discrepo con esos especialistas que dicen que la cuarentena no ha funcionado. Sí funcionó y gracias a eso no tenemos tantos casos. Lo que tiene que suceder es que se cambien las acciones y creo con lo que ha dicho el presidente Vizcarra (el viernes) ya se han comenzado a hacer cambios y deben ser progresivos. Con estas dos semanas más se está ganando, espero, un poco más de tiempo para completar el aplanamiento de la curva en Lima y ajustar algunas acciones, como el sistema de detección de casos, así como producir ventiladores, que de todas maneras vamos a necesitar. Dará tiempo también para que lleguen más pruebas moleculares, sé que ya hay un pedido; y permitirá contratar a profesionales de salud. Lo que no queremos es que esto se desboque.
Entonces, ¿ya se verá un aplanamiento de la curva? En una entrevista Pilar Mazzetti dijo que no se aventuraba a decir cuándo iba a bajar…
Sí, creo que en Lima por lo menos ya estamos llegando al punto en el que debemos comenzar a aplanar, pero no como se quisiera. Seguramente estas dos semanas nos van a ayudar a ver ese aplanamiento para que luego se dé la bajada. En otras regiones lo que estamos teniendo son nuevas epidemias, que han comenzado en diferente tiempo y tienen diversas velocidades. Si vemos el total de la curva del Perú, yo también hubiera dicho que no me aventuraba, porque todavía tenemos que ver qué pasa en el interior del país. Desafortunadamente, la migración de personas de la capital hacia sus lugares de origen va a condicionar que tengamos nuevos brotes, con toda seguridad, y tenemos que ser rápidos para responder.
Si no se responde rápido, ¿podría darse una segunda ola de contagios más alta en nuestro país?
Sí, hay posibilidades. Si nos descuidamos, podemos tener no una, sino varias olas y de diferentes dimensiones. Lo que se quiere es que esas olas, que de todas maneras habrá, sean mas bien bolsones, que no sean tan altas y seamos capaces de apagarlas de inmediato, como pequeños fuegos. La experiencia de la pandemia más grande y cercana que hemos tenido, que fue la influenza de 1918, demostró que cuanto más baja es la curva en el momento que se abren las condiciones de cuarentena menos probable es que la siguiente ola sea alta.
Concretamente, ¿por qué en Perú hay tal magnitud de casos comparados con Chile, por ejemplo?
Comparado con otros países, Perú es el que más pruebas serológicas o rápidas está haciendo en todo Latinoamérica, no solamente a los pacientes con síntomas, sino también a los asintomáticos. Estamos yendo más allá que la mayoría, estamos tomando a poblaciones enteras y comenzando a mirar por debajo del iceberg, ya no solo en la punta. Las comparaciones son odiosas, pero acá no son válidas, porque se están viendo solo los números. Nosotros hemos logrado aplanar la curva, a tener muchos menos muertos. Los otros países solo toman pruebas a las personas con síntomas y sus contactos. En Chile, la cantidad de casos es mucho menor, porque han estado reportando solo a aquellos pacientes con síntomas, no han dado las cifras reales y encima sus pruebas no son gratuitas.
AMPLIACIÓN DE HORARIOS
El presidente Martín Vizcarra se ha referido a los mercados y los bancos, ¿qué medidas se deben tomar ahí?
Una de las medidas que ya se ha comenzado a tomar es la ampliación de los horarios de atención. Eso de tener un toque de queda a las 6 de la tarde hace que los supermercados, bancos y todos los centros de atención tengan horarios muy reducidos y genera un mayor número de personas por unidad de tiempo y espacio. Hace que la gente se aglomere y aumenten los riesgos. Creo también que los municipios y gobiernos locales tienen que comenzar a promover los mercados abiertos en espacios como parques, porque la mayoría de nuestros centros de abasto modelos están muy cerrados. Necesitamos ventilarlos, ampliarlos. En el caso de los bancos, debería establecerse algún sistema de citas, horarios específicos, no sé si por número de DNI, para poder ordenarse mejor. Debe hacerse, además, un esfuerzo conjunto para implementar un sistema que permita recibir pagos directamente al celular y ya no ir al banco, algo así como el ‘Yape’, pero de mayor nivel.
Algunos analistas y médicos, como el doctor Elmer Huerta, decían que la cuarentena ya no tenía sentido porque la gente desacata. Esta semana, incluso, muchos ambulantes y vehículos invadieron las calles. ¿Qué hacer ante este caso?
A pesar de que yo también he visto gente saliendo, a veces los peruanos nos acostumbramos a ver solo el medio vaso vacío. Hay mucha gente que ha estado acatando la cuarentena y los aplaudo por eso. Creo que aumentando estas dos semanas se va a tener que evaluar acciones claras para ver cómo apoyamos a esas poblaciones informales que salen a las calles porque están buscando cómo tener recursos para poder sobrevivir. De repente tenían un ahorrito, pero ya no pueden más. Tenemos que ayudarlos de alguna manera con algún tipo de subvención, porque sino todos vamos a salir perjudicados.
Pese a las estrategias del gobierno, los críticos dicen que tanto la economía como la salud se están yendo a pique. ¿Cuál es su opinión?
La economía a nivel mundial está siendo afectada de manera importantísima a raíz de esta pandemia, no lo podemos negar. El país ha tenido la gran ventaja de tener un colchón fiscal que nos ha permitido mantenerlo, pero vamos a salir afectados, es clarísimo; pero lo dije antes y lo repito: las economías se reactivan, las personas que mueren no resucitan. Se necesita sí de a pocos reactivar la economía, pero sin causar un desmedro de la salud. Con respecto al tema sanitario, ya sabíamos que lo teníamos débil y desintegrado. Se ha reforzado lo que se ha podido. Hoy ya hay 700 personas con ventiladores. Cuando empezamos la epidemia teníamos solo 100 para poder atender, obviamente tenemos que reducir el número de casos para que esto no reviente.
Por eso, sería necesario que las actividades económicas ya empiecen a funcionar…
Sí, sobre todo las que tienen menor riesgo, como por ejemplo el delivery de alimentos para que las personas ya no tengan que salir a los supermercados. Incluso, los restaurantes con sus entregas a domicilio. Es importante repensar en algunas estrategias para poder ir moviendo la economía, pero facilitando que las personas se mantengan en casa.
POLLITO A LA BRASA
El delivery es una buena alternativa, ¿pero hay un peligro de llevar el coronavirus de ‘yapa’ en el pollo a la brasa?
En la comida, no. Hay condiciones que se van a tener que respetar. La persona que hace el delivery definitivamente tiene que usar mascarilla y olvidarse de los guantes, porque solo está llevando el virus de un lado para otro. Antes de salir a repartir, debe hacerse un control de temperatura y tener un lavado de manos de manera frecuente. Si tienes un pollo a la brasa bien calientito, cerrado, que se supone lo han preparado en las mejores condiciones y en un ambiente ventilado, eso no carga virus, porque no está volando de un lado para otro. El virus se va morir cuando haya un poquito de calor. La transmisión, se da por el contacto con la persona. Por eso, lo que se aconseja es mantener una distancia con el repartidor. No hay ninguna evidencia hasta ahora de que alguien se haya infectado a través de bolsas, cartones o paquetes.
La ministra de Trabajo, Sylvia Cáceres, afirmó que los obesos no podrían trabajar durante toda la pandemia, luego la medida se modificó. ¿Por qué estas personas son vulnerables?
Si uno revisa las estadísticas en pacientes que padecen de obesidad, es decir, que tienen un índice de masa corporal mayor a 30, su mortalidad es de 60 % veces más alta que una persona sin este mal. Una alternativa ideal para ellos es el teletrabajo. Esta es una enseñanza de salud pública para todos, que hay ciertas condiciones que nos ponen en mayor riesgo. Uno trabaja para vivir, eso es cierto, pero estas personas son más vulnerables al contagio y pueden morir.
En la entrevista pasada que le hicimos dijo que la situación se iba a poner más dramática. ¿Hay un temor de que comiencen a morir más personas en los conos de Lima, porque los hospitales no se podrán dar abasto?
Existe un peligro, sí, si las personas no se cuidan. Se están manteniendo ciertas condiciones para evitarlo, pero está en las manos de todos y cada uno de nosotros. Ahora, la tendencia del número de muertes no es muy alta felizmente en comparación con la velocidad que crece en el mundo, pero sí existe un riesgo si la gente se desboca.
‘HAY QUE CAMBIAR EL CHIP’
¿Qué podemos esperar los peruanos en estas dos semanas que vienen?
Tenemos que ir cambiando el chip. No debemos pensar que vamos a escuchar la palabra ‘la cuarentena se levanta’ para salir a la calle. Tenemos que ver cómo hacer para mantenernos lo más seguros. Estas dos semanas nos iremos adaptando a los cambios en el sistema de transporte, mercados y de algunos servicios. Las actividades económicas se van a ir sumando una a una.
Después de la cuarentena, ¿viene otra fase?
Sí. Pasaremos a una fase de cuarentena voluntaria e inteligente, en la que las personas deben salir cuando realmente lo necesiten. Los peruanos tenemos que aprender a vivir diferente, conviviendo con el Covid-19 sin que nos mate, mientras aparezca una medicina o una vacuna eficaz.
Muchos siguen sin tomar en serio la emergencia. Un ejemplo es el sujeto del tren que se sacó su mascarilla y dejó sus secreciones en un vagón. ¿Qué les diría a ellos?
¡Dios mío! Les diría que si quieren morir que lo hagan ellos solos y no compliquen la vida a las otras personas. Mi mensaje sería más bien para el Gobierno que debe ponerse muy estricto con estos casos y llevarlos de frente a la cárcel, no a la comisaría porque ponen en riesgo a los policías que están haciendo un trabajo espectacular. Están atentando contra la vida de todos y les diría que se den cuenta de que aquí no estamos jugando, que es un virus que realmente mata y no discrimina. Déjense de estar jugando al machito, cuídense y cuiden a los demás.
Hoy las madres celebran su día, ¿cómo saludarlas sin ponerlas en peligro?
Si han estado en cuarentena con su mamá y no se han expuesto en la calle, abrázenla muy fuerte. Si la distancia los separa, mándenle el beso y el saludo más grande, pero virtual. Háganle una llamada, cántenle una canción. Tenemos que cuidarlas y más si ya están por los 60 años o un poco más, pues hay que recordar que siete de cada diez muertos que tenemos por coronavirus en el país son adultos mayores. Hay que ayudarlas a que se mantengan en casa y no llevarles el virus desde afuera. El regalo más grande que ellas pueden tener es saber que sus hijos están sanos.
Muchas gracias, doctora, por su tiempo.
Gracias a ustedes, nuevamente. Un gran saludo a todas las mamás por su día y pido a todos que traten de quedarse en casa, porque es una forma de luchar contra este virus.