
El padre de Sheyla Gutiérrez Rocillo atraviesa un profundo dolor tras confirmarse la muerte de su hija, reportada como desaparecida el 9 de agosto en Estados Unidos. Desde Lima, exige la intervención inmediata de la Cancillería y de las autoridades peruanas para agilizar la repatriación de los restos y darle cristiana sepultura.
“Quiero pedirles, por favor, que nos ayuden ahora que se ha encontrado el cuerpo de mi hija. A través de Cancillería necesitamos acelerar los procesos para traerla al Perú”, expresó con voz entrecortada durante una entrevista con medios locales.

El padre agradeció al personal de la Cancillería y al grupo humano que los ha apoyado, pero pidió discreción y respeto por la familia: “Es completamente confidencial y reservado. Pedimos que no se difundan cosas que no son ciertas. Respeten el dolor de mi familia”.
La familia ya inició los procedimientos necesarios para repatriar el cuerpo. Según indicó, la autorización de las autoridades estadounidenses podría demorar unas dos semanas, aunque confía en que se agilicen los procesos para que Sheyla regrese pronto a su país natal.
“QUE NO SE ESCAPE”
Además de la repatriación, el padre de la víctima expresó su preocupación por Josimar Cabrera Cornejo, pareja de Sheyla y principal sospechoso del crimen. Aunque fue detenido a su llegada al Perú, luego fue liberado. “Todas las pruebas apuntarían hacia que él es el victimario de mi hija. Pedimos al Ministerio de la Mujer y al Ministerio del Interior que no lo dejen escapar hasta que se cumpla con la justicia”, enfatizó.
El progenitor de Sheyla insistió en que las autoridades vigilen de cerca al sospechoso, especialmente ahora que sabe que se encontró el cuerpo de su hija. “Seguramente debe estar planeando fugarse o podría planificar escapar. Queremos que las autoridades tengan presente que no se vaya del país hasta que se determine el procedimiento legal”, sostuvo.

Sobre sus nietos, el padre aclaró que los tres menores están bajo resguardo y reciben apoyo familiar mientras se define la situación legal de su madre. “Los niños están bien, pero seguimos atentos para garantizar que la justicia no falle. Queremos que se haga justicia por mi hija y que nadie quede impune”, añadió con angustia.
Finalmente, pidió que se respete el proceso legal y que no se hagan especulaciones: “Les pedimos a todos que respeten nuestro dolor y que no se argumenten cosas que no son ciertas. Todo está avanzando, pero necesitamos que la justicia actúe rápido”, concluyó, dejando en evidencia la urgencia de su reclamo y el profundo impacto del hecho en su familia.
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