El cuarto episodio de la serie de Disney+, Obi-Wan Kenobi, ya se encuentra disponible en su plataforma, y nos va dejando, en su recta final de esta primera temporada, a un gran sabio y poderoso Jedi que es el protagonista.
Tan solo quedan dos capítulos y dos semanas para que termine esta primera entrega, mientras tanto, el episodio 1x4 nos brindó algunos detalles interesantes, como los relacionados a fortaleza de los Inquisidores Imperiales.
Si aun no ves el episodio, ten en cuenta que brindaremos algunos datos argumentales de la trama.
Recordemos que la serie transcurre 10 años después de La Venganza de los Sith, cuando el Imperio Galáctico está en su apogeo de poder.
El maestro Kenobi (Ewan McGregor), viene recuperándose de sus heridas tras su batalla con el malvado Lord Darth Vader, anteriormente su padawan, Anakin Skywalker (Hayden Christensen).
Obi-Wan y Tala (Indira Varma) se dirigen así a a la fortaleza de la Inquisición con el objetivo de rescatar a Leia Organa, quien se encuentra capturada por la Tercera Hermana. Durante esta misión, se entera que los Inquisidores conservan aun los cadáveres de los Jedi cazados anteriormente en una especie de sala de trofeos, que en realidad es un cementerio a la vista de todos.
Ahí logra ver a Tera Sinube, el anciano Jedi que ayudó a Ahsoka en ‘The Clone Wars’ a resolver una investigación. Asimismo, dentro de la sala reposa el cadáver del maestro Coleman Kcaj, quien sobrevivió a la Orden 66, pero parece que fue asesinado posteriormente.
Kenobi y Tala logran rescatar a la princesa de Alderaan; quien estaba a punto de pasar por torturas en la base de Nur, luna de Mustafar.
Reva, quien creía que el Jedi estaba muerto, se salva del castigo de Darth Vader cuando revela que, si bien dejó escapar a Obi-Wan, puso un rastreador en Lola, el droide que acompaña siempre a la niña.
Ahora es posible desarticular la red rebelde desde la raíz, cuando el Imperio llegue al planeta Jabiim.
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