Pequeño cursa el tercer grado de primaria
Pequeño cursa el tercer grado de primaria

Durante las vacaciones escolares, mientras muchos niños disfrutaban de sus juegos y descansaban, Thiago Bances, un pequeño de 8 años, se dedicaba incansablemente a su objetivo: ingresar a la universidad. Thiago, estudiante del tercer grado de primaria en el colegio Juventud Científica de El Agustino, es uno de los diez escolares, entre 8 y 11 años, que lograron obtener una vacante en el concurso de admisión de la Universidad Enrique Guzmán y Valle ‘La Cantuta’, en la carrera de Metalurgia Joyería.

Para alcanzar este logro, Thiago dedicó más de 12 horas diarias al estudio, demostrando una determinación y pasión impresionantes por el conocimiento. Su curso favorito es trigonometría, y prefiere los libros a los dispositivos electrónicos. En un mensaje para otros niños, Thiago les insta a no rendirse ante los obstáculos y a luchar por sus metas, inspirando con su ejemplo de esfuerzo y perseverancia.

Los escolares estudian en el colegio Juventud Científica de El Agustino
Los escolares estudian en el colegio Juventud Científica de El Agustino

Los padres de Thiago, ambos odontólogos y residentes de El Agustino, están orgullosos de su hijo, quien aspira a estudiar ingeniería de sistemas en el futuro. Además de sus estudios, varios de los nuevos estudiantes universitarios dedican parte de su tiempo a enseñar a sus compañeros, demostrando un compromiso no solo con su propio desarrollo académico, sino también con el de su comunidad.

En el grupo de ingresantes, destacan las seis niñas: Mia, Abigail, Shania, Lía, Alice y Emily, provenientes de diferentes zonas de El Agustino. Su presencia resalta la igualdad de oportunidades y el empoderamiento femenino en la educación.

La directora del colegio Juventud Científica, alentada por este éxito, comentó que el año pasado toda una promoción de estudiantes de la institución ingresó a la Universidad de San Marcos, reafirmando el compromiso de la escuela con la excelencia académica y la formación integral de sus alumnos.

El caso de Thiago y sus compañeros no solo es un motivo de orgullo para sus familias y su comunidad escolar, sino también un ejemplo inspirador de cómo la pasión, el esfuerzo y la determinación pueden abrir puertas hacia un futuro brillante, sin importar la edad.

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