Conmoción en Nicaragua. Un juez nicaragüense sentenció a la pena máxima de 30 años de cárcel a un pastor evangélico y cuatro miembros de una iglesia evangélica que fueron encontrados culpables de quitarle la vida a una campesina de 25 años, a la cual quemaron en una hoguera en un rito religioso en el que pretendían “liberarla del demonio”.
A petición de la Fiscalía, el juez Alfredo Silva Chamorro fue quien se hizo cargo del caso y tomó la decisión en contra del pastor Juan Gregorio Rocha y los otros cuatro integrantes del templo de la comunidad El Cortezal, en el municipio de Rosita.
"Mi esposa no va a revivir con esto, pero por lo menos van a estar el tiempo máximo encerrados", dijo a los medios locales Reynaldo Peralta, viudo de la joven quemada.
El pasado 2 de mayo, un jurado de cinco personas declaró culpables a los cinco involucrados en la muerte de Vilma Trujillo García, una joven agricultora y madre de dos niños. Según la Fiscalía, Trujillo fue expuesta al fuego por cinco horas. El perito forense declaró que la víctima soportó temperaturas de hasta 400 grados.
El crimen ocurrió el 21 de febrero en Rosita, un municipio minero muy pobre de Nicaragua que se ubica a 480 kilómetros al noreste de la capital. Algunos lugareños se dedican a la agricultura y la ganadería, pero el 80% de su población no tiene empleo.
El pastor Rocha y el resto de procesados mantuvieron durante el juicio que una “revelación divina” les indicó que había que quemar a la joven para expulsarle un demonio y que nadie empujó a la víctima.
"Ella cayó al fuego cuando el espíritu del demonio salió de su cuerpo", dijeron.
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