Miguel Ángel Marín Morón, ‘Negro Marín’, el cabecilla de la temible banda ‘Los Sanguinarios de la Construcción’, se cambió la cara en España para evitar su captura y seguir moviendo los hilos de la extorsión contra choferes, mototaxistas y negocios en Lima Norte.
El delincuente, quien trabajó con Adam Lucano, ‘El Jorobado’, y asumió las riendas de la banda cuando este fue capturado y condenado a prisión, se desplazaba en un auto de alta gama por las calles de Madrid, donde finalmente fue capturado la semana pasada.
‘Negro Marín’ había huido a España no de la Policía, sino de su archirrival Erick Moreno Hernández, ‘El Monstruo’, quien lo buscaba para matarlo por meterse a ‘trabajar’ en su zona de influencia, es decir, Comas, Carabayllo, Independencia, Ancón y Puente Piedra.
Y ese país se mantenía a cuerpo de rey, pues no tuvo un pedido de prisión internacional, ni una alerta roja que permitiese una persecución en su contra.
Según Punto Final, recién en el 2023 la División contra el Crimen Organizado de la DIRINCRI comenzó a seguirle el paso. Tras analizar llamadas, movimientos financieros, contactos, cambios de chips, descubrieron que lideraba las acciones ilegales desde Europa.
Sin oposición alguna, especialmente luego que ‘El Monstruo’ huyó a Brasil, Bolivia y Paraguay, Marín Morón, extendió sus tentáculos fuera de Lima Norte e incursionó en el emporio de Gamarra. Asimismo, a fundar empresas que le servían para ‘blanquear’ el dinero ilícito de las extorsiones, si no para seguir ganando ingentes montos.
Junto a ‘El Jorobado’, preso en Challapalca, creo 11 empresas fachadas para recaudar dinero de las extorsiones sin levantar sospecha. Una de ellas es Ink D’Colors SAC, que prestó servicios a la Municipalidad de Carabayllo.
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