Luego de triunfar en varios concursos de belleza en su natal Madre de Dios y con el inicio de la pandemia del coronavirus, Kristen Cárdenas, quiso apoyar en la batalla contra esta enfermedad y, para ello, decidió pedir una colaboración para la compra de materiales a beneficio de los hospitales. Hizo esta acción desinteresadamente sin pensar que ella también sería una de las personas que integraría la lista de contagiados.
Esta es la historia de Kristen, una joven de Puerto Maldonado, quien a sus 24 años recién cumplidos y con ocho meses de embarazo contó a este diario que atravesó por la prueba más difícil de su vida al enfrentar al COVID-19. A raíz de eso pasó varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), un duro momento que incluso la hizo tomar una de las decisiones más importantes de su vida: salvar a su bebé.
CERTAMEN DE BELLEZA
La joven Kristen cuenta que su suerte en los concursos de belleza empezó de manera espontánea cuando en la universidad sus amigos de aula la animaron a participar el certamen organizado. Allí ganó su primera corona. Posteriormente, ganaría un concurso de belleza en su natal Puerto Maldonado. Finalmente, en setiembre del 2020 llegaría a obtener la corona de Miss Madre de Dios. Esto se organizó de manera virtual ante el brote de la pandemia.
Al coronarse como Miss Madre de Dios una de sus funciones fue impulsar siempre todo lo bueno y, precisamente, en época de pandemia se animó a participar de forma voluntaria en la campaña de Cáritas en la colecta para la compra de implementos de bioseguridad para el personal de salud.
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“Fui por varios lugares, cuidándome, a pedir colecta porque la región atravesaba un estado critico. La colecta era para los implementos de salud de los hospitales. No estábamos preparados y faltaban muchas cosas en el hospital. Me ofrecí voluntaria para ir, la gente me apoyó”, expresó.
LUCHA CONTRA EL COVID-19
Luego de algunos meses se quedó sin trabajo y junto a su madre decidieron colocar un mini restaurante en su casa, donde ella solo se dedicaba a cocinar. Fue en esa época donde contrajo el COVID-19. Ella supone que quizás con la compra de productos en el mercado que eran llevados a su casa se habría producido el contagio.
“Todos se preguntan en la casa cómo me contagié, si yo no salía de la casa (…) Cuando me hicieron la prueba COVID19 yo salí positivo. Mi familia también se tuvo que hacer y salieron negativos”, sostuvo.
Detalla que entre los síntomas que presentó estaban los fuertes dolores musculares, los cuales ella pensó que era producto del embarazo. Dos días después empezó a tener fiebre, seguido por una fuerte tos que no la dejaba tranquila.
Por ello, el 22 de marzo del 2021 tuvo que acudir a la posta de su localidad donde le sacaron la prueba dando positivo. En ese momento solamente le dieron un paracetamol porque no podía tomar otros medicamentos debido a su estado de gestación.
“Al día siguiente empeoré, ya no podía respirar. Estaba más agitada, la espalda me empezó a doler. Mi mamá me vio mal, me agarró un ataque de tos y llamó al SAMU quienes fueron a mi casa y vieron mi saturación que era de 39 grados de fiebre y me dijeron que tenía que ser trasladada al hospital”, sostiene.
Al llegar al nosocomio de Puerto Maldonado recibió la noticia que tenía que ser internada, siendo trasladada al área “Neonatal Covid” durante dos días. Por aquel entonces su bebé estaba bien con el único inconveniente de que había bajado un poco de peso. Transcurría el 25 de marzo y la obstetra le comentó a Kristen que su saturación estaba bajando y tenía que ir a UCI. En la Unidad de Cuidados Intensivos estuvo hasta el 1 de abril.
“En mi cabeza solo era solo mi bebé. Cuando me ingresan a UCI no voy a negar que sentí mucho temor porque cuando entran ahí es para salir o quedarse allí. No se sabe lo que puede pasar (…) Tuve que estar allí por el bien de mi hija, yo elegí la vida de mi hija”, indicó.
Antes de ingresar ella recibió vía celular el apoyo incondicional de su madre quien le dijo que todo el esfuerzo era por su bien. La progenitora de Kristen junto a su papá, tía, enamorado y su hermana, estuvieron varios días pernoctando en los exteriores del hospital esperando noticias alentadoras.
Durante su estadía en UCI, Kristan asegura que se encomendó a Dios y rezaba en todo momento pidiendo que le de fuerzas para resistir esa dura batalla contra la enfermedad. Al salir de UCI pasó al área de recuperación y antes de ser dada de alta -asegura que- no podía caminar, pues, sentía las pantorrillas endurecidas. Además, ya podía hablar un poco más a comparación que solo decía una oración y se agitaba.
Como regalo de cumpleaños número 24, el cual lo recibió en el hospital, el día 3 de abril le dieron la noticia que sería dada de alta.
VOLVERÍA A APOYAR
A pesar de haber atravesado por ese difícil momento, Kristen dice que no se arrepiente de haber apoyado a los enfermos y hospitales de su localidad, tanto así que volvería a recorrer las calles pidiendo la colaboración de la población como lo hacía meses atrás.
“Por supuesto que sí lo haría. A ojos cerrados volvería apoyar a las personas que están pasando por estos momentos críticos, no tendría ningún problema de seguir apoyando”, sentenció.
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