Lucha por su vida. María Candelaria Gonzáles Olarte, es una valiente doctora de 47 años, natural de la ciudad de Andahuaylas (Apurímac), quien debido a las largas jornadas de atención a pacientes con coronavirus se convirtió en una persona más en la lista de infectados. Ella accedió a brindar su testimonio a este diario como un signo de fortaleza y superación para que quienes luchan contra el COVID-19.
Durante la entrevista telefónica, María Gonzáles, no puede evitar quebrarse mientras detalla que producto de su profesión a la que tanto ama, también contagió a su único hijo y que, además se siente culpable luego que el virus atacara a su madre de 68 años, quien padece de diabetes e hipertensión.
“He contraído este virus (COVID-19) a pesar de haber recibido las dos dosis de la vacuna, me he contagiado a pesar de las medidas sanitarias que siempre uno toma como protección (….) Tengo fe que todo va a salir y no pienso que Dios desampare a sus ángeles (médicos) quienes se encargan de dar salud y vida a los pacientes”, indica con la voz entrecortada.
Pero ¿quién es María Gonzáles Olarte?, ella es una doctora natural de Apurímac, que estudió en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica y que luego hizo su internamiento en el hospital regional San José de Chincha.
Posteriormente, regresó a su región donde ingresó a trabajar en la Micro Red de Huancaray durante el 2016-2017, donde se desempeñó como jefe de centro y luego como gerente.
Antes de contagiarse fue coordinadora del equipo de oferta móvil COVID-19 de la Dirección de Salud (Disa) Apurímac con apoyo al Sistema de Atención Móvil de Urgencia (SAMU). Dicha brigada está conformada por 3 enfermeras, 1 biólogo, 2 médicos y 2 técnicos en enfermería. Además de un conductor, 2 ambulancias y una camioneta.
“El director de la Disa tuvo la iniciativa de crear este equipo con la finalidad de formar un anillo de contención al COVID-19. Hemos creado un call center, donde los usuarios y pacientes sospechosos llamaban y teníamos que acudir con la movilidad, el equipo completo hasta su dirección”, señala.
Destacó que como parte de la función de este equipo se hicieron intervenciones para descartar el COVID-19 en personal del Ejército del Perú, del Ministerio Público, de la Policía Nacional, de la Aldea Infantil de Andahuaylas, los Bomberos, entre otros.
SU LABOR
La doctora Gonzáles cuenta que la jornada de atención a los pacientes con síntomas sospechosos de coronavirus iniciaban desde las 5:00 a.m. sin horario de salida, pues, incluso su teléfono personal no dejaba de sonar hasta en horas de la noche. Ella junto a su equipo tenían que atender a personas a quienes les faltaba el oxígeno, se les realizaba el tamizaje y a algunos se los derivaba a los hospitales del Ministerio de Salud o de EsSalud.
“Como médico he atendido a tantos pacientes delicados de todo tipo de índole con factores de riesgo y han podido curarse gracias al tratamiento que hemos brindado. Todo eso ha sido un desafío para mí”, sostiene.
VARIANTE BRASILEÑA DEL COVID-19
Todo su equipo se contagió con el coronavirus durante sus labores en distintos puntos de la provincia, pero ella fue la única que pudo esquivar al virus. No obstante, el 28 de marzo ante los síntomas que padecía decidió realizarse la prueba de descarta la cual arrojó positivo para el COVID-19.
“Tengo entendido que me ha dado la variante brasileña porque son fuertes los síntomas. Gracias a Dios soy doctora, si no hubiera sido personal médico ya hubiera fallecido”, anotó.
La médico actualmente atraviesa por una neumonía y tiene síntomas como tos, cansancio, falta de oxígeno, cefalea y alteraciones estomacales.
Pese a que su salud atraviesa por un momento delicado, sus pacientes no saben que ella también se contagió con el COVID-19 y aún así continúa diagnosticando y dando tratamiento vía telefónica a las personas que requieren de su ayuda a través de sus conocimientos en medicina.
“Tengo mucha fe que me voy a recuperar, me esperan mis pacientes, la institución que tiene depositada la confianza en mi persona y voy a reponerme (…) Hice una promesa y un juramento en mi carrera que mi compromiso es con mi paciente y a través de Dios no debo desmayar para continuar con la labor que tengo atrasada”, finalizó.