Sheyla Cóndor, la joven de tan solo 26 años asesinada brutalmente por el policía Darwin Condori, fue enterrada el martes 19 de noviembre en su natal Huasahuasi, en Tarma, Junín. En medio del llanto y pesar de su familia y amigos, la mujer recibió el último adiós en un ataúd blanco.
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Acompañados de una banda musical y de la escolta del colegio donde estudió, el cajón de la jovencita recorrió las calles donde creció y jugó cuando era niña.
Decenas de personas acompañaron el féretro de Sheyla Cóndor mientras su madre protagonizó desgarradoras escenas de dolor. Flores blancas y rosas adornaron su nicho, ubicado en el cementerio El Ángel de La Paz en la mencionada región.
Víctima de feminicidio.
“¡Justicia para Sheyla! ¡Que se esclarezca todo!”, gritaron los presentes a una sola voz.
Elsa Torres, madre de la mujer, se quebró en llanto y se despidió haciéndole una fuerte promesa. “Será la última vez que te veo hija... Te quiero mucho hijita, solamente te prometo hijita que voy a luchar hasta el último porque esto que te ha pasado no se va quedar así, voy hacer justicia con la ayuda de todos”, dijo entre lágrimas.
Por su parte, su padre, Máximo Cóndor, también se mostró destrozado. “Ya a mi hija voy a dejarla donde merece, acá en su casa, mamita linda te voy aquí con tus abuelas y tus tíos que te querían. Dejas en nosotros un vacío”, comentó acongojado.
¿QUÉ PASÓ CON SHEYLA CÓNDOR?
Sheyla Cóndor salió de su casa hace aproximadamente una semana y la última vez que fue vista fue ingresando al condominio donde vivía el efectivo PNP Darwin Condori. Según los últimos chats que mantuvieron juntos, ella lo fue a visitar a su casa en Comas para aparentemente recoger un perro blanco, el mismo con el que se le ve a ambos en las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio.
Darwin Condori
Días después, la familia de la joven acudió a la comisaría para reportar su desaparición, junto con su computadora donde estaban las conversaciones que mantuvo con su asesino. Sin embargo, las autoridades hicieron caso omiso a la denuncia de los padres de Sheyla.
El sábado 16 de noviembre, los efectivos ingresaron al departamento de Darwin Condori y encontraron a unos jóvenes marinos departiendo en una fiesta, pero no había ni rastro del verguro de Sheyla Cóndor. En el tacho del baño hallaron las víceras de la joven y en una maleta de 23 kilos, escondida debajo de la cama de la habitación, estaban sus restos mutilados: había sido descuartizada.
De inmediato se inició la búsqueda del policía asesino, quien habría sido alertado por un mayor PNP para que escapara mientras participaba de un operativo en San Martín de Porres.
Horas después, el cuerpo sin vida de Darwin Condori fue hallado en la habitación de un hotel de San Juan de Lurigancho. Y aunque en un primer momento todo indicaba que se había quitado la vida, ahora se estudia la posibilidad de que haya sido asesinado para no delatar a sus cómplices.
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