Un grupo de jóvenes voluntarios, en la región San Martín, no han encontrado mejor forma de ayudar al prójimo que brindar diariamente almuerzo a las personas que tienen a un familiar con coronavirus.
Ellos preparan todos los días el alimento que es repartido de manera gratuita a quienes esperan que su familiar pueda recuperarse del COVID-19 en el hospital regional.
Según Charly Ypushima, uno de los voluntarios, indicó que ellos cuentan con el apoyo de otras personas que han preferido no ser reconocidas. Este esfuerzo hace que sean entregadas entre 150 y 200 raciones cada día.
Agrega que esta iniciativa surgió al ver como las personas llegaban desde otros pueblos acompañando a sus familiares que padecían de la enfermedad y que se han apostado en los exteriores del nosocomio esperando tener noticias positivas respecto a sus seres queridos. La mayoría de personas provienen de caseríos o distritos alejados con escasos recursos económicos.
Este trabajo también es dedicado, según indicaron los jovenes, a Roger García, uno de sus amigos que hace un mes falleció producto del coronavirus.
Pero esta ayuda ha hecho que exista mayor demanda, pues, todos los días aumenta el número de pacientes que llegan de distintos lugares de la región.
Por ello, convocaron a personas solidarias y a las autoridades regionales para que se sumen y puedan hacer sus donaciones en el frontis del hospital.