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Una es la mejor forma de estar tranquilos y eliminar dudas frente a un potencial contagio. En el mercado, hay tres tipo de tests accesibles: la prueba molecular (también llamada ), la prueba de diagnóstico (conocida también como de antígeno) y la prueba serológica (llamada prueba de anticuerpos).

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La prueba molecular diagnostica una infección activa, detectando material genético del coronavirus. Para tomar esta prueba, se inserta un hisopo nasofaríngeo. De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), “es muy precisa y a menudo no necesita repetirse”.

Según Seguros Rímac, este examen se recomienda cuando el paciente está presentando los primeros días de síntomas y se desea confirmar la presencia de enfermedad activa. Los resultados pueden tardar de cuatro a 24 horas, dependiendo del equipo de procesamiento.

Lo que no puede hacer una prueba molecular es mostrar si alguna vez el paciente tuvo COVID-19 o si estuvo infectado con el virus que causa la COVID-19 en el pasado.

La prueba de antígenos, por su parte, también se obtiene de un hisopado nasofaríngeo similar a la PCR, pero los resultados son procesados en menos tiempo. Esta prueba, a diferencia de la molecular, no detecta el material genético sino ciertos componentes del virus, como las proteínas, que confirman la infección.

Este test es recomendado si el paciente presenta síntomas y necesita descartarlos con urgencia. Un resultado positivo certifica la infección, pero un resultado negativo no descarta la presencia del virus. Por ello, advierte la FDA, es posible que sea necesario confirmar los resultados negativos con una prueba molecular.

Prueba rápida

Finalmente, la prueba serológica involucra la medición de anticuerpos. Implica extraer un poco de sangre del dedo. Se recomienda usar este descarte para confirmar una infección principalmente luego de 10 días de síntomas, etapa en que las dos pruebas anteriores pueden salir negativas. Por lo tanto, una ventaja de este test es que muestra si uno ha sido infectado o no por el coronavirus en el pasado, pero no puede asegurar que uno no tiene el virus al momento de la prueba.

Las circunstancias varían y dependen en base a los síntomas que puede presentar un paciente para poder determinar cuál es el mejor método de descarte. Antes de hacer la prueba, se recomienda estrictamente tener una consulta previa con un médico. Los especialistas son los que deben decidir la mejor forma del diagnóstico al ver la condición del paciente”, señala Cesar Velásquez, jefe de Medicina Preventiva de Rímac.

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