Con los pies y manos atados con pasadores de un zapato y con signos de haber sido cruelmente torturada y estrangulada con una chalina, fue hallado el cadáver de una joven vendedora de ropa en el kilómetro 13 de la carretera Juliaca-Capachica, en Puno.
Este descubrimiento ocurrió en horas de la mañana a la altura de la comunidad de Llachahui en el distrito de Coata, en Puno.
Pobladores y tenientes gobernadores encontraron el cadáver y avisaron a los agentes de la comisaría de Huata.
La policía y el fiscal de turno llegaron a este lugar, la comunidad de Llachahui, en el distrito de Coata, en Puno, y con la ayuda de los familiares la víctima fue identificada como Claudia Quispe Huacani.
También se apersonó a esta zona, en Puno, un médico legista y peritos de Criminalística, quienes examinaron el cuerpo.
Un detective indicó, que la mujer tenía las manos y los pies atados con un pasador. “El cadáver presentaba moretones en el rostro y en todo el cuerpo. Alrededor del cuello tenía atada una chalina con la que habría sido estrangulada”, refirió el efectivo de la comisaría de Coata, en Puno.
Cesaria Julia Huacani de Quispe y Andrés Quispe Apaza, padres de la muchacha, entre llantos exigieron la captura de los asesinos de su hija. "Mi hija vendía ropa en el mercado San José de Juliaca. Hace poco ganó un juicio por alimentos a su expareja. Pedimos justicia. Deja en la orfandad a dos niñas de 5 y 3 años", dijeron. El cadáver fue internado en la morgue del hospital regional Manuel Núñez Butrón de Puno.