El mototaxista José Santos Chipana Condori (30) confesó haber asesinado de un balazo en la cabeza a su enamorada Martha Sabina Callo Quispe (22), tras una fuerte discusión donde ella le reveló que estaba embarazada de otro hombre. Cadáver de la víctima fue hallado en medio de un basural de la ciudad de Juliaca, en Puno.
Feminicida confeso fue detenido el viernes último en un operativo montado por el Área de Investigación Criminal (Areincri) de Juliaca, dirigido por el jefe de la X Macro Región Policial de Puno, general PNP Marco Antonio Lara Vergara.
Tras su intervención lograda por el GPS del teléfono de la víctima, el sujeto estuvo en un intenso interrogatorio, donde indicó haber cometido el crimen cegado por los celos tras la confesión de la joven.
HECHOS
José Chipana confesó ante los detectives y el titular de la Primera Fiscalía Provincial de San Román, Raúl Quilla Faijo, que el pasado 15 de junio a la 6:30 de la tarde fue en busca de Martha Sabina a su casa para llevarla a encontrarse con una amiga. “Tengo una emergencia, me llevas a Vilcapaza, me voy a encontrar con una amiga”, dijo la fémina, según el intervenido.
Luego, Chipana contó que la llevó hasta el grifo San Juan del Oro, ubicado en el cruce de los jirones Enrique Cáceres y Benigno Ballón, donde la dejó y quedó en que la recogería las 8:30 de la noche.
Chipana aseguró a la policía que la fémina le pidió que primero la llamara para darle el encuentro en el mismo lugar. Cuando la joven se alejó, él avanzó media cuadra y se quedó mirando para saber si efectivamente se encontraba con una amiga, pero afirma que la vio abrazando a un hombre y luego ingresó con este a una vivienda cercana.
“Estaba muy molesto, pero me fui a trabajar. A las 8:30 de la noche la llamé varias veces y al no contestar mis llamadas le envíe mensajes de texto y WhatsApp y le dije que me responda o si me iría pues ya iba a empezar el toque de queda. Al no responderme me fui a mi casa a dormir”, dijo el implicado.
Posteriormente, a las 10:30 de la noche, mientras descansaba, Martha Sabina lo habría llamado para pedirle que la recoja y ante tanta insistencia, Chipana aceptó.
“Estaba muy borracha, ni siquiera podía subir a la moto, por eso la llevé a mi casa, discutimos y, finalmente, nos fuimos a dormir, pero a eso de la 3:40 de la madrugada me despertó y me preguntó: ¿cómo la había llevado a mi casa y si hizo algo malo?”, agregó.
LE DISPARÓ EN LA CABEZA
Sin embargo, José le recriminó la presunta mentira de la joven y le dijo que la vio irse con un hombre. “Ella me respondió que si había estado con otros hombres que tenían plata y que yo no les llegaba ni a los zapatos. Luego me confesó que estaba embarazada, le pregunté si era mío, y me dijo que no”, confesó.
Chipana dijo a los agentes que tras confesarle quien era el verdadero padre del bebé, la mujer le pidió que él lo reconociera. “Me preguntó si la amaba, le dije que sí, en ese momento me dijo que entonces reconociera a su hijo. Le pregunté de quien era y me dijo de su amigo Yhon Fredy, luego volvimos a discutir y se paró desafiante frente a mí, yo estaba molesto y le di una cachetada”, relató.
“Ella también me dio una cachetada, quiso arañarme la cara y la agarré fuerte y di otra cachetada y cayó al piso quedando desmayada, pero se movía. Luego saqué mi arma de una gaveta de mi ropero presioné el arma a la altura de su oreja derecha y con mi otra mano le sujeté el cuello para que no se mueva porque estaba como queriendo levantarse y disparé”, agregó Chipana Condori.
José también contó que la mañana del 16 de junio, salió de su casa y por la tarde sacó el cuerpo envuelto en una frazada, el cual llevó en su mototaxi hasta un basural de la urbanización Taparachi, en Juliaca, donde le roció combustible y le prendió fuego.
Tras esta confesión, el homicida agregó que lo hizo porque estaba celoso. “También por las cosas que me contó sobre su embarazo y yo me puse muy celoso y renegué mucho, no pude controlar mi cólera”, declaró.
El cuerpo de Martha Sabina fue hallado el sábado 20 de junio y dos días después fue reconocido por sus familiares, con quienes el homicida se comunicó y negó saber algo sobre la infortunada joven a sus cortos 22 años.