Después de 21 días de intensa búsqueda, las autoridades hallaron el cadáver de una joven estudiante y madre de familia quien fue reportada como desaparecida, tras haber salido de su casa para acudir a una reunión con algunos amigos en la ciudad de San Román, en la región de Puno.
El cadáver de la mujer se encontraba dentro de un saco de polietileno multicolor a orillas del río Huata, a pocos metros del puente Churi, en la provincia de San Román. Los perros de la zona devoraron parte del cráneo de la víctima. El cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición.
El hallazgo ocurrió en horas de la tarde de ayer en el sector de Isla Canchi en la comunidad de Canchi Chico, en el distrito de Caracoto. Al lugar se constituyó el fiscal, Edgar Machaca de la Primera Fiscalía Provincial Penal de San Román, agentes del Departamento de Investigación Criminal (Depincri), peritos de criminalística y efectivos de la comisaría de Caracoto.
Un detective mencionó que de acuerdo a las investigaciones preliminares el cadáver correspondería a la estudiante, Jhomara Erika Cruz Mayta, (22), quien se encontraba desaparecida desde el último lunes 20 de mayo. Agregó que, al parecer, la joven fue golpeada y ultrajada.
A pocos metros del cuerpo los peritos hallaron restos de cuero cabelludo. “Tras cometer el crimen él o los asesinos introdujeron el cadáver en el saco y lo arrojaron en la zona”, dijo el detective.
Yudi Apaza Mayta, prima de la desaparecida, reveló que Jhomara Erika salió de su casa junto con dos amigos para realizar actividades personales y luego ir a su trabajo en la empresa de telefonía Bitel.
“Ella habría salido con dos amigos. Su enamorado era un policía”, dijo la mujer. El cadáver de la muchacha fue internado en la morgue del Instituto de Medicina Legal de la urbanización La Capilla.
ASÍ ES LA COSA
La mujer deja en la orfandad a un niño de dos años. En la región Puno, en lo que va del año se han reportado siete casos de feminicidio, cuatro de ellos en Juliaca.