Recorren las calles a diario de urbanizaciones y de los puntos más alejados -los llamados puntos olvidados- y son los que conocen más de cerca la realidad de las familias de extrema pobreza que por estas largas semanas de cuarentena la pasan muy mal. Agentes de las comisarías de Tacalá y Cruceta, en la región Piura, se desprendieron de un poco de su dinero, compraron productos y llevaron canastas con víveres a hogares que no salieron beneficiados con el apoyo del gobierno el bono S/380.
Las bolsas con los víveres de primera necesidad fueron armadas desde la noche del sábado por ellos mismos y hoy domingo, durante su recorrido de patrullaje en la verificación del cumplimiento del aislamiento social obligatorio, aprovecharon en entregar estos presentes a la familias.
En el caso de los custodios de la comisaría de Tacalá hicieron entrega de 98 canastas en pueblos jóvenes donde las familias viven del día a día y que tras el estadio de emergencia no tienen como subsistir. El comisario, capitán Edwin Fernández, resaltó la solidaridad de todo su personal por esta buena acción.
Los efectivos de la comisaría Crucera compraron víveres y armaron 70 canastas. Ellos también salieron temprano y los acompañó el comisario, alférez Adoni Julcamoro. Entregaron las canastas a personas de la tercera edad. Las familias quedaron agradecidas por el gesto de los policías