A causa del incremento de casos COVID-19 en Piura, el isotanque que abastece con oxígeno medicinal a los pacientes del Hospital II de EsSalud Talara, se quedó sin este importante insumo, por ello, acudieron a una empresa privada ubicada a 45 minutos del referido nosocomio para que los puedan suministrar con este elemento, lamentablemente en ese intervalo fallecieron quince personas.
En diálogo con RPP Noticias, el alcalde de Talara, José Vitonera, informó que hasta las 11 de la noche del pasado viernes 9 de abril, el jefe de dicho hospital Ricardo Zuñiga, reportó un total de 15 fallecidos por escasez de oxígeno.
Según el funcionario el isotanque del hospital de EsSalud tiene una capacidad de 10 mil metros cúbicos, la cual viene disminuyendo por el incremento de pacientes COVID-19, y cuando se queda sin este insumo medicinal, se tiene que abastecer con balones de oxígeno que son recargados en una empresa privada de El Alto, esta se encuentra a 45 minutos.
“La responsabilidad lógicamente tiene que ser de EsSalud porque ellos manejan lo que está dentro de EsSalud. Nosotros como municipalidad colaboramos con el transporte y ayer en la tarde nos han pedido un camión para transportar 60 balones de esta planta de El Alto, en la mañana también movilizamos 5 balones, pero ya lo que sucede dentro de EsSalud tiene que ser responsabilidad de EsSalud”, sostuvo para el mencionado medio.
En otro despacho en vivo para RPP, la familia Solano Atoche, una de las afectadas por la situación, señalaron que el personal de EsSalud los llamó y les informó que su madre Gladys Atoche no soportó el tratamiento, sin embargo, minutos más tarde se enteraron que su progenitora había fallecido sido por la falta de oxígeno.
Como se recuerda, el día de ayer el representante de la Defensoría del Pueblo de Piura, César Orrego Azula, añadió que esta tragedia se pudo prevenir ya que hace unos días el gerente de la Red Asistencial de EsSalud de Piura, José Céspedes Medrano, reveló que el isotanque presentaba problemas técnicos.
“Eso tendrá que ser materia de investigación, pero lo cierto es que se conocía de estos hechos y de la gravedad”, finalizó.
Tras lo ocurrido la Defensoría se puso en contacto con la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) y la Fiscalía de Sullana para iniciar investigaciones administrativas y penales.