Cambiaron sus armas de fuego, sus silbatos y sus patrulleros por lampas y carretillas para apoyar en la remoción de escombros y limpieza a los cientos de familias afectadas por las inundaciones que azotaron en los últimos días en las regiones de Tacna y Moquegua. Pero la labor de los uniformados no cesa porque también tienen que limpiar sus Policlínico y la Escuela de Suboficiales.
“Son un total de 110 efectivos de las diferentes unidades de la Policía Nacional de la Macro Región Tacna-Moquegua que han sido asignados para apoyar a las familias afectadas cuyas casas quedaron cubiertas por lodo hasta una altura de 50 centímetros. Ante la falta de maquinaria tienen que hacerlo con palas y picos”, declaró el general Javier Bueno, jefe de la referida Región Policial.
Luego de apoyar en la limpieza a los afectados y en las calles, los uniformados no descansas porque tienen que continuar con la misma labor pero en su Policlínico, refirió el oficial.
El general Bueno señaló que “si bien hay un grupo de policías dedicados a esta labor en ningún momento se está descuidando nuestra función de brindar seguridad a la ciudadanía en las calles. Hay otros equipos avocados a ello”.