El radar más grande del mundo para estudiar fenómenos físicos como huaicos, lluvias, volcanes y otros con la finalidad de adoptar acciones de prevención se encuentra en el Perú. Gracias a su antena que tiene el tamaño de diez campos de fútbol, puede medir capas atmosféricas de hasta 1 000 kilómetros de altitud.
Este inmenso equipamiento de 90 mil metros cuadrados de extensión forma parte del Radio Observatorio del Instituto Geofísico del Perú (IGP), adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), ubicado en el distrito de Lurigancho-Chosica, entre los límites de Lima y la provincia de Huarochirí.
Con este poderoso instrumento se pueden estudiar los fenómenos de la ionósfera y otras capas atmosféricas desde la parte baja de la atmósfera hasta más 1 000 km de altitud.
Es considerado como uno de los más potentes del mundo y puede liberar ondas de radio de 4 megavatios de potencia para medir los parámetros físicos de la ionósfera y observar fenómenos de las zonas más altas de la atmósfera.
Este radar cuenta con instrumentación de alta tecnología, lo cual coloca al Perú a la vanguardia en cuanto a radares ionosféricos en el mundo.
La experiencia de los expertos del IGP acumulada a lo largo de los años y unida a la más moderna tecnología, ha permitido el desarrollo de proyectos relacionados con la construcción de radares atmosféricos y meteorológicos para el estudio de vientos y precipitaciones en la baja atmósfera y la implementación de radares de monitoreo de la superficie de zonas de riesgo de deslizamientos, entre otros.
El Radio Observatorio de Jicamarca y su radar han motivado el desarrollo de tecnología en el país. Esto ha permitido que los científicos del IGP desarrollen otros instrumentos como sistemas de monitoreo de huaicos, lluvias, volcanes y otros con la finalidad de tomar previsiones en el campo de la agricultura, telecomunicaciones (antenas) y precauciones para la gestión de riesgo.