Es igualito al original. No vive en el Polo Norte ni tiene trineo, pero cuando se pone el traje rojo y las botas negras, Genaro Aldón Ochoa, de 75 años, hace realidad la fantasía de muchos niños peruanos, quienes al verlo no dudan de que verdaderamente Papa Noel existe.
De todos los ‘Santas’ peruanos que se promocionan por redes sociales o la televisión, el más parecido, por su frondosa barba y su ‘pancita’ natural, es este abuelo de seis nietos, nacido en 1949, en el distrito de Bellavista.
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Consciente que vivimos en tiempos de pandemia, más aún con la altamente contagiosa variante ómicron en nuestro territorio, este ‘Santa chalaco’ pide a todos no bajar la guardia y seguir cuidándose, para no enfermarnos del coronavirus y tener que pasar una Navidad triste.
“Papá Noel tiene también que ser un mensajero, invitando a las personas a que se cuiden. Hago visitas a domicilio, tengo también la tecnología a mi disposición, ya sea Whatsapp, Zoom u otras plataformas digitales. Siempre dando este mensaje: cuídate y al cuidar tú, cuidas a los tuyos. Eso es lo más importante en estos tiempos”, dijo a Trome.
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Para don Genaro también es importante resaltar que “la Navidad, en verdad, es una entrega de amor, respeto, fe y esperanza. En mis visitas, siempre pregunto saben cuál es su significado. El verdadero significado, sin duda para mí, es amor e ilusión”.
¿Qué es lo que más le piden los niños cuando lo ven?
Son 10 años que tengo la envestidura de Papá Noel. Tengo un rostro, una barba natural y eso hace que los niños se identifiquen inmediatamente conmigo. Escucharlos es aprender, porque hay muchos niños que hacen preguntas, pidiendo algo muy especial. Por ejemplo, una pequeña un día, por Ticlio Chico. Fui invitado por allá. Me queda mirando y me dice: tú eres Papá Noel y hablas con el niño Dios. Tú también, le dije. Eres un angelito para él, siempre te escucha. Me respondió: a mí no me escucha, porque le pido varias veces que me cure y todavía no lo hace. Y así hay niños que hacen preguntas muy directas. Otra niña de siete años me pidió un papá. ¿Qué sucede? Nosotros los adultos tenemos un defecto. Miramos solamente lo que los ojos creen que alcanza, pero no es así. Hay que buscar una palabra, un abrazo, un cariño, una sonrisa, porque hay que darse cuenta de algo muy especial. Si logramos dibujar la sonrisa en el rostro de un niño estamos contemplando la mismísima sonrisa del niño Jesús.
¿Papa Noel ya se aplicó la tercera dosis de refuerzo?
Ya tengo mi tercera dosis. Tendré más de dos semanas de haberlo hecho. Fue algo maravilloso, no me lo esperé. Te lo cuento, porque me emocionó. Fui al centro ubicado en el Real Felipe, para que me vacunaran. Estaba sin disfraz y una niña me queda mirando y grita: ¡Papá Noel! Se me acercaron varias personas y terminé tomándome fotos. Fui increíble, porque hasta los de seguridad se me acercaban y me pedían selfies y saludos. Todo fue muy lindo. Hay una personita que está en el cielo, que es mi esposa, que me dijo jamás dejes de ser Papá Noel, porque lo tuyo es un apostolado. Eres bendecido y llevas sonrisas. Nunca, nunca niegues que eres feliz, porque en tu rostro lo transmites. Eso me dijo ella, mi Rita.
Don Genaro, ¿alguna vez ha pensado en colgar el disfraz?
En alguna oportunidad quise colgar el disfraz. Mi esposa estaba delicada de salud. Dios la recogió para que lo acompañara. Entonces yo estaba ahí y me estaban llamando, pero yo estaba en clínica con ella y le dije este año no sale Papá Noel, no quiero que salga. Me quedó mirando y me dijo: tengo un esposo gordo, colorado, no te das cuenta que eso te lo ha dado Dios. Cuántos envidian esa imagen que no la tienen. Lo tuyo es un apostolado, lo tuyo es algo que te ha dado Dios para que alegres a los niños. Yo me iré, pero estaré a tu lado espiritualmente. Solamente ten fe. No dejes esa imagen en una esquina, porque tú eres Papá Noel. Ese día fue el día que más trabajo tuve. Ella siempre será mi Mamá Noela.
Un mensaje final como Papá Noel…
El mensaje que les puedo dar a todos, grandes y chicos, es que las vacunas nos salvan del Covid-19. Hay que aprovecharlas. Una vacuna es evitar una Navidad triste. ¡Vacúnense! Y aquel que diga que no se debe hacerlo, entonces váyase a un rincón, porque si es portador del virus puede traer un desenlace fatal para una familia.
SEPA QUE...
Don Genaro visita las casas con todos los protocolos, anima eventos corporativos con el respeto del distanciamiento social y manda saludos virtuales. Puede contactarlo en su Facebook ‘Papá Noel Mágico’, donde tiene cientos de seguidores, o a través del correo: eventos@asturiasbusiness.com.