Durante un operativo ejecutado la noche de ayer, la Fiscalía y la Policía Nacional intervinieron la pollería Granja Chiken, local que funcionaba en pleno toque de queda en la ciudad de Trujillo, en La Libertad.
Según la fiscal Teresa de Jesús Cueva Alva, titular de la Segunda Fiscalía Provincial de Prevención del Delito de Trujillo, el local ofrecía el servicio delivery pese a la prohibición de venta de comida. En el lugar, las autoridades encontraron a 9 trabajadores.
Tras ser identificados, los empleados fueron incluidos en el registro informático de incumplimiento de inmovilización social obligatoria, tal y como lo dispuso el Gobierno.
La representante del Ministerio Público señaló que con esta actividad no solo infringen el decreto de estado de emergencia sanitaria a nivel nacional, sino que pone en peligro la salud de los trabajadores, quienes deben permanecer en sus casas cumpliendo la cuarentena.
Las autoridades procedieron al cierre del local y les comunicaron que de persistir en la actividad serán denunciados por desobediencia y resistencia a la autoridad.