Agentes de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Policía Nacional hicieron uso de bombas lacrimógenas para dispersar a numerosos vecinos del distrito de Chilca de la provincia de Huancayo, en Junín, quienes provocaron daños y prendieron fuego a una antena de telefonía bajo el argumento de que la tecnología de estas estructuras puede transmitir el COVID-19.
Alrededor de las 2 de la madrugada, los vecinos se desplazaron hasta la cuadra 2 del jirón Auray, en referido distrito, al percatarse que unos trabajadores se encontraban en el interior del terreno donde está instalada la antena de telefonía.
Los manifestantes lograron ingresar y prendieron fuego a la parte de la antena y saquearon el local.
Los agentes del orden realizaron algunos disparos al aire y arrojaron bombas lacrimógenas no solo para dispersar a los manifestantes, sino para retirar sanos y salvos a los trabajadores que se encontraban dentro del predio donde está colocada la antena.
“Los trabajos en esta construcción fueron suspendidos hace dos meses porque no cuenta con autorización social del vecindario, no dicen que no hay estudios que demuestren que estas antenas hagan daño, pero tampoco hay estudios de lo contrario”, indicó por su parte el representante del barrio Auray, Clever Orellana.
Posteriormente, personal de la Gerencia de Desarrollo Urbano de la municipalidad distrital de Chilca inspeccionó lugar y paralizó los trabajos de la antena, pues no tenía autorización.
Un caso similar ocurrió en junio último en Acobamba, en Huancavelica, donde la población retuvo a ocho trabajadores que trabajaban en una antena de telefonía bajo el mismo argumento de supuesta transmisión de COVID-19.
En su momento, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) aclaró que en el país no existe ninguna antena 5G y que no hay estudios que prueben la versión de una supuesta transmisión de coronavirus.