Dos plantas de oxígeno medicinal instaladas por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) en hospitales de la región Junín no cumplirían con una serie de normas técnicas que ponen en riesgo la integridad física del personal encargado de su funcionamiento; así como la continuidad del abastecimiento para los pacientes COVID-19, informó la Contraloría General de la República.
Las plantas visitadas en la región Junín corresponden al primer grupo de 18 plantas que debieron ser entregadas, en el marco del convenio de cooperación interinstitucional firmado entre el Ministerio de Salud (Minsa) y la UNI, hasta febrero de este año, a nivel nacional, pero que no se concretó, como señaló la Contraloría en su Informe de Hito de Control N° 01-2021-OCI/0209-SCC, (Hito 1) en enero pasado.
RIESGOS EN LA INSTALACIÓN
Según el Informe de Hito de Control N° 05-2021-OCI/0209-SCC (Hito N° 2) ejecutado entre el 1 al 12 de marzo de 2021, la Contraloría verificó la etapa de instalación y acondicionamiento técnico mínimo, para lo cual realizó una visita de inspección a cuatro hospitales donde han sido instaladas las plantas de oxígeno, observando que en el Hospital Domingo Olavegoya y el Hospital de Apoyo Manuel Angel Higa Arakaki, ambos en Junín, existen riesgos que podrían afectar la finalidad pública de dichas instalaciones.
En el Hospital Domingo Olavegoya, en la provincia de Jauja, se observó que la infraestructura donde se ubica la planta de oxígeno medicinal no cuenta con un sistema de protección contra rayos que proteja las instalaciones electromecánicas, el equipamiento sensible y al personal encargado del funcionamiento ante posibles descargas eléctricas que perjudicaría al personal y la continuidad del abastecimiento y suministro de oxígeno.
De acuerdo con el convenio de cooperación, se debió considerar en este caso la norma técnica de salud que establece que en zonas donde existen frecuentes descargas atmosféricas se debe suministrar un sistema de protección con pararrayos.
El Código Nacional de Electricidad señala que los pararrayos deben estar instalados en lugares con frecuentes perturbaciones, como es el caso de la provincia de Jauja.
En este hospital también se observó que el techo o cubierta de la instalación de la planta de oxígeno medicinal no se encuentra sellado, lo que origina que en el piso se acumule el agua de la lluvia, lo que podría dañar los equipos y generarse accidentes por electrocución o contactos eléctricos a los trabajadores.
También se señala que las canaletas de concreto para el agua de lluvia se encuentran obstruido con material de construcción y no está conectado a ninguna red de aguas pluviales, según las normas técnicas de salud.
En el Hospital de Apoyo Manuel Higa Arakaki, en la provincia de Satipo, se observó que el techo donde se ubica la planta de oxígeno tampoco se encuentra sellado y tampoco está conectado a una red de drenaje pluvial para su descarga.
Otra situación identificada en las instalaciones del almacén del proyecto de plantas de oxígeno medicinal de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la UNI, es que el acervo documentario de ingresos, salidas y saldos de los bienes adquiridos a proveedores, no se encuentra actualizado ni clasificado, situación que dificulta identificar la cantidad de bienes entregados y que no se permite verificar los faltantes y sobrantes de los mismos.