La ceremonia del Inti Raymi, ícono de la identidad peruana y platillo principal de las Fiestas del Cusco, llegó a su fin. El último 24 de junio, millones de personas en Perú y el mundo, fueron partícipes a través de las señales de radio, Tv y redes sociales, de la teatralización de un antiguo ritual inca, de celebración al Dios Sol o Tayta Inti.
Cusco espera todo el año esta escenificación, ya que, además de enervar el sentimiento de pertenencia local, significa toda una dinámica comercial y empresarial, por la que solamente esta semana, llegaron alrededor de 200 mil personas a la Ciudad Imperial, generando un impacto mayor a los 72 millones de soles, según estimaciones del Gobierno.
Atrás quedaron los fantasmas de la pandemia y las protestas sociales, en Cusco se respira un aire de franco alivio y desarrollo. Empresarios, comerciantes, guías de turismo, taxistas y demás se ven beneficiados con el arribo de ingentes cantidades de visitantes, debido a que, como citan desde el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, el turismo es una actividad elástica, que beneficia a la gran mayoría en la antigua capital del Tahuantinsuyo.
En palabras del alcalde de Cusco, Luis Pantoja, la teatralización del Inti Raymi este año tuvo un ingrediente especial, un sentimiento de esperanza y mejora por el futuro, ya que en Cusco se esperó por mucho tiempo una verdadera reactivación socioeconómica y turística, que parece que poco a poco se está logrando.
“La gente quiere trabajar, quiere triunfar, no podemos vivir del pasado, sino mirar al futuro, ceremonias como el Inti Raymi nos brindan un encuentro con nuestra identidad, y nos devuelven las ganas de seguir trabajando. Miren, todos los hoteles llenos, todos los atractivos a full, y miles de familias ganándose el pan de cada día como debe de ser, eso es algo lindo, que se da gracias a nuestros antepasados, por habernos heredado este tipo de tradiciones”, mencionó.
Los números no mienten, se estima que para el primer acto del Inti Raymi, celebrado en la explanada del antiguo templo del Qorikancha, cerca de 30 mil personas se dieron cita en inmediaciones, posteriormente unas 50 mil llegaron hasta la Plaza Mayor del Cusco, y para el tercer y último acto las autoridades calculan una asistencia de 120 mil personas, constituyéndose la Fiesta del Sol como uno de los eventos masivos de todo Cusco y Perú.
La Empresa Municipal de Festejos del Cusco - Emufec, puso a la venta poco más de 4 100 butacas este año, repartidas entre Qorikancha y Sacsayhuamán, cada una con un valor que oscila entre los 250 y 300 dólares, haciendo una recaudación total de un millón 800 mil soles este año, que a diferencia de los anteriores, las entradas se agotaron todavía en el mes de mayo.
Rosendo Baca, presidente del Directorio de la Emufec, explica a este medio que el monto obtenido no es líquido, y de él saldrá el pago para toda la puesta en escena para el Inti Raymi, donde se tienen hasta 900 actores en escena, en una de las teatralizaciones al aire libre más grandes de Sudamérica.
A principios de año, desde el ministro de Comercio Exterior y Turismo, señalaron que, durante el 2023 ingresaron 2 524 658 turistas internacionales al Perú, lo que representa un crecimiento del 25,7 % con respecto al año anterior, por lo que este año se calcula llegar o pasar los cuatro millones de visitantes al país y a la Ciudad Imperial.
El Inti Raymi fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación, por la Ley 27431 el 2001, así como Acto Oficial y Principal Ceremonia Ritual de Identidad Nacional. Su origen data de la época incaica, y la actual teatralización sigue el mismo guion desde 1944. En total se consideran tres actos, el primero en el Qorikancha, el segundo en la Plaza Mayor de Cusco y el último en Sacsayhuamán.
- La reactivación económica y el flujo de divisas provenientes de la inversión en productos y servicios. El encuentro de peruanos y peruanistas con nuestra identidad y legado.
- La cantidad de desperdicios que se generan que al Centro Histórico de Cusco, que aún no son reciclados como corresponde.
- El alcalde de Nasca, Jorge Bravo, rompió todo protocolo y se metió a danzar junto a los actores en plena escenificación del Inti Raymi en la Plaza Mayor del Cusco, fue pifiado y nunca más sería invitado a esta ceremonia.
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