El pasado 18 de noviembre, Martín Navarro Castellanos, quien fue gerente de la Oficina de Peritajes de la Fiscalía, denunció la presunta comisión de hurto agravado o apropiación en su modalidad de atentado contra documentos que sirven de prueba en procesos penales en casos de corrupción.
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De acuerdo un reportaje de Punto Final, desde mayo de este año no se ubicaba una serie de evidencias relacionadas al caso Los Intocables Ediles.
El Ministerio Público recibió 18 muestras lacradas incautadas durante la investigación a Elías Cubas Bautista por el mencionado caso. El 31 de mayo pasado, el fiscal adjunto provincial Eddy Elías Moscoso, solicitó un perito informático para extraer la información de los dispositivos electrónicos y celulares decomisados.
El 14 de junio el perito a cargo de esta diligencia, solició al almacén central el retiro total de las evidencias. Recibió la respuesta que faltaban cuatro de las 18 muestras, que incluían una tablet, una cámara fotográfica, cinco memorias USB y cuatro celulares.
El 21 de julio la Fiscalía Anticorrupción realizó una segunda diligencia de deslacrado, en donde se dejó constancia que quedaron evidencias pendientes para este procedimiento, precisamente las pruebas perdidas.
Al día siguiente se realizó una búsqueda de estas evidencias, sin lograr resultados. El 3 de agosto se efectuó una nueva búsqueda, pero también sin frutos.
Según Lucy Vásquez Vinces, gerente de la Dirección de Peritajes del Ministerio Público entre el 16 de marzo y el 10 de setiembre de este año, el almacén donde estaban guardadas estas muestras no se cerraba con llave, y además se ubicaba en un espacio en donde el personal de limpieza y vigilancia ingerían alimentos.
“Se inventarió todo lo que había y se identificaron algunos faltantes. Se solicitó a las áreas corerspondientes que precisen si es que lo faltante estaba todavía en su área de trabajo. Hasta que yo salí, el 10 de setiembre de este año, todavía estaba en curso ese proceso de búsqueda de las evidencias”, señaló al programa.
“Pude identificar en segundo piso un pequeño ambiente donde me dijeron que era el almacén de evidencias. No tenía llave, y era un espacio destinado para la toma de alimentos del personal de limpieza y del personal de vigilancia”, agregó.
Según la ex funcionaria, no existe un control de esta área con cámaras de seguridad, sino que se realiza un registro manual, a través de un archivo de Excel.
En respuesta, la Fiscalía afirmó que la pérdida de las evidencias nunca existió porque todas las especias fueron ubicadas. La institución aseguró que en la primera búsqueda no fueron encontradas porque se realizó un traslado de ambientes de estos documentos.