El 8 de marzo de cada año se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha reconocida en el año 1975 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para recordar la lucha de la mujer por su participación, en igualdad de condiciones que el hombre, en la sociedad y en su desarrollo como persona. ¿Por qué conmemorar y no festejar la fecha?
En primer lugar debemos retroceder al año 1910, cuando la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, con carácter internacional. Se hizo en homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal, según recuerda la ONU.
El primer Día de la Mujer se celebró un año después, el 19 de marzo de 1911, en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se hicieron mítines con la participación de más de un millón de mujeres y hombres.
Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, las mujeres exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Casi una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en Nueva York. El suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las terribles condiciones laborales que provocaron el trágico hecho.
¿Por qué el 8 de marzo?
Entre 1913 y 1914, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913, como parte de los movimientos a favor de la paz que surgieron en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Ya en el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con el resto de las mujeres.
En 1917, como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de “pan y paz”.
Cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, de acuerdo con el calendario gregoriano utilizado en otros países.
Desde entonces el Día Internacional de la Mujer se celebra cada 8 de marzo.
Deuda pendiente con la mujer peruana
A propósito de esta fecha, la Defensoría del Pueblo ha llamado la atención sobre la falta de medidas a nivel gubernamental para reducir las brechas de género. ¿Qué falta por hacer?
La entidad lamenta la falta de un Sistema Nacional de Cuidados, necesario para “evitar la sobrecarga de labores de cuidado, que implica la atención del hogar, de los hijos y de las personas dependientes”, lo que impide que las mujeres puedan realizar otras actividades como educarse o trabajar, reduciendo “sus posibilidades de alcanzar autonomía y afecta su salud integral”.
Hasta septiembre de 2021, recuerda la Defensoría, la tasa de actividad de las mujeres era 17 % menor a la de los hombres. “Esto es, que de cada 100 de ellas en edad de trabajar, solo 62 accedieron al mercado laboral, mientras que en el caso de sus pares masculinos esta proporción fue 79″.
A esto se suma que, a pesar de que actualmente contamos con una norma que promueve la paridad y alternancia en la representación política, no contamos con ninguna gobernadora regional, solo el 6 % de alcaldías está ocupado por mujeres y solo 38% son congresistas. A esto se puede añadir que solo tres mujeres integran el gabinete ministerial liderado por Aníbal Torres.
“Es necesario que se promueva de manera efectiva la presencia equilibrada de las mujeres, en sus diversidades, en los cargos de representación y puestos directivos en todos los niveles de gobierno, incluidos los ministerios y las instituciones públicas, tales como el Tribunal Constitucional e incluso la Defensoría del Pueblo. La apuesta por una democracia paritaria contribuye a la gobernabilidad y a reflejar la diversidad en los espacios de toma de decisión y gestión de las políticas públicas”, señalan.
146 feminicidios el 2021
Otro motivo para no festejar la fecha es que en el año 2021 se sistematizaron 5.904 notas de alerta por desaparición de mujeres y se identificaron 146 feminicidios, de las cuales el 13 % de las mujeres afectadas estaban desaparecidas, señala la entidad.
La Defensoría del Pueblo insiste en la búsqueda rápida de mujeres que han presentado denuncias previas por hechos de violencia y en la implementación del Sistema Nacional Especializado de Justicia para la protección y sanción de la violencia contra las mujeres.
También demanda fortalecer la educación con enfoque de género para transformar los patrones culturales que colocan a las mujeres en situaciones de mayor riesgo y vulnerabilidad.
Conmemorar y no festejar
Por ello, a propósito del Día Internacional de la Mujer, se debe tener en cuenta que existe una diferencia entre festejar y conmemorar esta fecha.
La Asociación de Correctores de Textos del Perú (Ascot) anota al respecto que conmemorar es “recordar solemnemente algo o a alguien, en especial con un acto o un monumento”, mientras que festejar es “celebrar algo con una fiesta u otra manifestación de alegría o agrado”. Y en este caso todavía hay muchas tareas pendientes para eliminar las brechas de género.