El diálogo que sostenían los representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), con las autoridades regionales del Cusco y los miembros de la empresa minera Antapaccay quedó suspendido luego que un grupo de manifestantes incendiaran una estación de bombeo que provee de agua a la comunidad de Tintaya Marquiri.
Esto se produjo durante el octavo día de huelga indefinida que los pobladores han acatado exigiendo que la minera les entregue un bono de 1000 soles a cada elector de la provincia. Como parte de esta exigencia los comuneros marcharon hoy hasta el campamento minero Glencore – Antapaccay.
Esto originó que el diálogo entre las autoridades se truncara luego que en la zona denominada Tintaya Marquiri los manifestantes tuvieran un enfrentamiento con efectivos de la policía quien trató de dispersarlos.
Producto del enfrentamiento se efectuó la quema de la estación de bombeo y se produjo la avería del sistema que monitorea la estabilidad de la presa relaves de Camacmayo, según un oficio de la empresa minera.
Tras estos hechos la PCM dio por concluidas las conversaciones para buscar consensos al interior del Comité de Gestión del Convenio Marco de Espinar en el que están representadas las autoridades políticas de la provincia, líderes de organizaciones sociales y la compañía minera.
La empresa minera también precisó mediante un documento que coincide en la necesidad de medidas especiales para reactivar la economía de la provincia y considera que la propuesta (bono) no atiende las necesidades de la población más vulnerable, por lo que propone una inmediata generación de empleo.
Por su parte, Rolando Condori, presidente del frente de lucha de Espinar indicó que su protesta fue pacífica y que fueron sorprendidos por la policía que lanzó bombas lacrimógenas.
Mientras que Paola Bustamante, comisionada para el diálogo en la zona por la PCM, dijo que todo se trató de un acto vandálico y llamó a los comuneros a deponer su medida de protesta mientras se llevaba a cabo el diálogo en Espinar.