Al mismo estilo que una ceremonia inca, miles de cusqueños, entre ellos algunos vestidos con trajes típicos, se unieron a la Marcha Nacional contra la vacancia presidencial y el criticado gobierno de Manuel Merino. Estos llegaron hasta la Plaza Mayor del Cusco.
Desde las 5 de la tarde, la manifestación se juntó en la plaza Limacpampa de manera pacífica y a punta de arengas recorrieron las principales arterias de la Ciudad Imperial. Acudieron personas de todas las edades y diferentes grupos sociales con tambores y vuvuzelas.
Hubo alrededor de 3 mil personas; además, no se registró enfrentamientos con los policias, quienes resguardaron los principales puntos turísticos de la ciudad como el templo de Qurikancha, la catedral de Cusco y museos.
“Se metieron con la generación equivocada”, “Amo a mi país, me avergüenza mi Gobierno”, se podía leer en los numerosos carteles de protesta. También se convocó a una nueva marcha para los días siguientes.
Por su parte, en todo momento la Policía Nacional acompañó la marcha y respetó el derecho a la protesta social.
INICIATIVAS
La convocatoria de esta marcha impulsó a distintas iniciativas en Cusco, donde varias personas se juntaron para formar una brigada voluntaria de auxilio, que atenderá a cualquier persona que resulte lesionada antes, durante o después de las marchas.
A través de las redes sociales, voluntarios convocan la participación de personas profesionales en salud o brigadistas, rescatistas o que tengan algún conocimiento en materia de auxilio de heridos, a fin de conformar esta brigada voluntaria.
“Somos un grupo de personas con conocimientos en primeros auxilios que estaremos presentes si se necesita ayudar a cualquier persona que resulte afectada en las marchas y manifestaciones convocadas”, señala la publicación.