El director de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud de Tacna, Edgar Tejada Vásquez, consideró que ya se puede hablar de inmunidad de rebaño (o colectiva) por COVID-19 en esta región. Esto, según indicó, porque se ha logrado vacunar con las dos dosis al 75,2% de su población mayor de 18 años.
“Lo ideal sería incluir a la población adolescente de 12 a más años para consolidar lo que significaría la inmunidad de rebaño, sí estamos en esa condición, según las cifras que tengo, alrededor de 183.000 personas tienen la segunda dosis, lo que sobrepasa largamente el 75% de cobertura de la población programada del Minsa, mayor de 18 años”, señaló Tejada en declaraciones recogidas por ‘Correo’.
El ministro de Salud, Hernando Cevallos, destacó ayer que el Perú está cerca de tener al 60% de su población objetivo completamente vacunada contra el COVID-19 y que 11 regiones ya tienen a más de la mitad de su población vacunada con dos dosis, a puertas de una eventual tercera ola del virus.
Cevallos remarcó que la región Callao está cerca de superar el 70% de su población objetivo. “Algunas están muy cerca del 70% de la población objetivo, como es el caso del Callao, y otras regiones que tienen avances sustanciales en la vacunación”, expresó. Ica, La Libertad y Cajamarca son otras regiones con más del 50% de sus ciudadanos inmunizados.
Sobre la inmunidad de rebaño anunciada en Tacna, el exministro de Salud, Óscar Ugarte, explicó a este Diario que no necesariamente se puede considerar que al haber superado un 70% o 75% de vacunación se ha alcanzado una inmunidad de rebaño.
Este concepto, según explicó, surgió por la experiencia internacional frente a vacunas que tienen una duración permanente. “En el caso del Sarampión se considera que, si se tiene un 75% de la población vacunada, está protegida, y esto se extiende al 100%. Es decir el virus no tiene cómo reproducirse”, indicó.
Anotó que esto ya ocurrió décadas atrás con la viruela, cuando se logró aplicar la vacuna a nivel mundial y el virus no tenía cómo reproducirse y “prácticamente ha desaparecido”.
Inmunidad se pierde al sexto mes
Ugarte afirma que la inmunidad de rebaño es un criterio adecuado cuando la protección -sea por la vacuna o porque las personas han tenido la enfermedad y han generado inmunidad- se mantiene en forma permanente, lo que no ocurre en todos los casos.
“Eso no pasa con todas las enfermedades, sí sucede con el sarampión, la polio, la viruela, la rubiola. Pero hay enfermedades virales que no necesariamente protegen para toda la vida como la vacuna contra la influenza, que hay que repetir todos los años porque el virus va mutando, entonces la vacuna de este año ya no sirve para el próximo. Ahí no hay posibilidad de inmunidad de rebaño”, comentó.
En el caso del COVID-19, Ugarte mencionó que recién se esta conociendo al virus y ahora ya se sabe, por ejemplo, que la inmunidad generada por la vacuna -según se ha experimentado en Inglaterra y Estados Unidos con Pfizer, Moderna, AztraZeneca y Johnson & Johnson- empieza a perderse a partir del sexto mes.
“Entonces por esa vía nunca se llega a la inmunidad de rebaño, salvo que haya refuerzos y eso es lo que se ha acordado en los países del hemisferio norte, que es con una tercera dosis. ¿Cuánto tiempo va a durar eso? Tampoco lo sabemos”, subrayó.
En nuestro país ya se aprobó aplicar la tercera dosis de refuerzo a los profesionales de la salud de primera línea y los adultos mayores. “Estamos iniciando ese proceso, pero nadie sabe si la tercera dosis va a dar una inmunidad permanente o también va a tener una duración transitoria, y se va a requerir vacunar todos los años”.
Entonces es muy aventurado decir, en su opinión, que porque se ha vacunado al 70% o 75% ya hay inmunidad de rebaño. “Son porcentajes que se consideraban antes de esta pandemia”, puntualizó.
“No se debe bajar la guardia”
El médico epidemiólogo y especialista en salud pública, Juan Astuvilca, señala que la inmunidad de rebaño se adquiere con determinados porcentajes de vacunación o de protección de personas que ya han pasado por la enfermedad y desarrollaron anticuerpos. “Para COVID-19 nosotros indicábamos que era un umbral del 70% de seroprevalencia en la población”, indicó.
“El 70% es un estimado, no es algo tan exacto, se espera que la población peruana tenga más del 70% de cobertura de vacunación, con lo cual muchas personas que no han tenido COVID-19 van a desarrollar anticuerpos contra este virus”, comentó a este Diario.
Para Astuvilca hay que tomar las cosas con calma porque en el caso de Tacna “hay un 30% de personas que aún no están vacunadas o de repente no han sufrido la enfermedad y probablemente al liberarse las restricciones pueden ser infectadas por el COVID-19″.
“No podemos ser tan triunfalistas y decir que por haber alcanzado un 70% se deben liberar inmediatamente todas las restricciones como el uso de mascarilla, el distanciamiento social y la higiene de manos, por el contrario, hay que reforzar estas medidas porque no solo evitan el contagio de COVID-19, sino también otras enfermedades virales y bacterianas como la tuberculosis”, afirmó.
“Decir que ya alcanzamos el 70% y por lo tanto debemos liberar todo es incorrecto desde el punto de vista de la salud pública”, subrayó.
Para Astuvilca el reto debe ser alcanzar una cobertura por encima del 70% de cobertura de inmunización no solo en una ciudad sino en todo el país. Y recién en ese momento reanudar poco a poco las actividades presenciales, previa comprobación de que la infección por COVID-19 va disminuyendo en todo el país.
“Hay que tener bastante cautela desde el punto de vista de la comunicación sobre qué se le dice a la población. Si bien es cierto es una buena noticia que se hayan superado las metas de vacunación, por encima del 70%, esta tiene que ir acompañada de un mensaje de no bajar la guardia, esto debe lograrse en todas las regiones del país”, concluyó el especialista.
El caso Loreto
En julio del año pasado estudios de seroprevalencia revelaron que el 70% de los 550 mil habitantes de Iquitos, en Loreto, ya se había contagiado de COVID-19, razón por la que se había alcanzado la inmunidad de rebaño.
Al respecto, Ugarte recordó que él mismo se infectó de COVID-19 cuando viajó a esta región. “Las defensas que eso generó se mantuvieron un mes, dos meses, tres meses, hasta los ocho meses, yo dije ‘qué bien’, pero al noveno mes ya no tenía defensas, entonces un porcentaje importante de la población en Iquitos probablemente ya no tenga defensas o las tenga muy bajas”, señaló.