El grupo de trabajo técnico (GTT), creado por el Ejecutivo para establecer criterios que permitan actualizar la cifra de fallecidos por el COVID-19 en el Perú, informó en la víspera que esta alcanza las 180.764 víctimas a nivel nacional, entre el 1 de marzo del 2020 y el 22 de mayo del 2021. La región Piura es la más golpeada, después de Lima Metropolitana.
Según el GTT, en Piura fallecieron 10.911 personas (5.858 en la primera ola y 5.053 en la segunda). Esta cifra supera en 7.618 muertos a la que proporcionó la Sala situacional del Ministerio de Salud, que hasta el 22 de mayo reportó solo 3.293 víctimas mortales (2.098 en la primera ola y 1.195 en la segunda).
Incluso, la Sala Situacional de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Piura, registró solo 4.555 muertos en total hasta el 28 de mayo.
“La información es clave”
Sobre esta situación, el exjefe de Epidemiología de la Diresa, Edward Pozo, ha expresado que la cifra sincerada no lo sorprende.
“Yo he vivido la primera ola y sé cuántos cadáveres recogíamos con la unidad de recojo humanitario al día y evidentemente todos no tenían prueba, ni diagnóstico, sin embargo, todo lo que recogíamos de información de cómo había sido su fallecimiento y padecimiento me daba cuenta que era por COVID-19”, declaró al Diario Correo.
Pozo se preguntó por qué motivo se dio una mala data. “Hemos tenido un mal sistema, creo que el peor del país”, lamentó. Agregó que de haber conocido estas cifras en su momento se hubiera manejado mejor la pandemia.
En esa línea, destacó que ahora se pueda conocer “el real impacto” de la misma. “La información es clave”, puntualizó.
También se pronunció el presidente de la Federación Médica de Piura, Arnaldo Vite. “Son unas cifras más fidedignas (las proporcionadas por el GTT) y son las que nosotros habíamos calculado. Evidencia que la situación es mucho más grave de lo que suponíamos”, declaró al referido medio.
Vite responsabilizó de este mal registro a la Dirección de Epidemiología.