¡EL COLMO! Trece personas entre peruanos y venezolanos fueron intervenidos en una vivienda, en Ica, durante una fiesta sin respetar la cuarentena para frenar el avance del coronavirus. Lo peor es que al percatarse de la presencia policial y militar optaron por cerrar la puerta del inmueble sin importarles dejar a dos niños en la calle.
Vecinos alertaron a la comisaría de Ica que un grupo de personas estaban bebiendo licor en una vivienda y el frontis de la urbanización Las Palmeras. De inmediato, llegaron agentes policiales y personal de la Fuerza Aérea del Perú (FAP).
Un grupo de mujeres ingresó al inmueble gritando que no estaban haciendo nada malo y cerraron la puerta, pese a que a los efectivos les indicaban que no lo hicieran.
Dos niños que, evidentemente, eran hijos de alguna participante de la reunión se quedaron llorando afuera de la casa. Incluso, en el vídeo se le escucha a uno de los infantes llamar en repetir ocasiones a su madre. “Mamá Mirella, mamá Mirella”, pero ésta cierra la puerta.
Un agente policial que ya estaba adentro del inmueble procedió a abrir la puerta. En el interior había hombres y mujeres con botellas de cerveza.
Pese a que se les explicó que el estado de emergencia prohíbe las reuniones sociales, la dueña de la casa sostenía que estaba en su derecho de hacer lo que deseara en su domicilio.
Varios de los intervenidos ni siquiera tenían mascarillas. Después de casi veinte minutos, todos fueron llevados a la comisaría de Ica.