Más de 1600 trabajadores de 18 Entidades de Servicios de Saneamiento (EPS) trabajan día y noche para garantizar el servicio de agua potable en los hogares de 4 millones de peruanos en las regiones de Tumbes, Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, Lima, Ica, Moquegua, Pucallpa, San Martín y Loreto.
Todas estas entidades laboran bajo la administración del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS) y han sumado esfuerzos para evitar inconvenientes en la producción de agua potable en el marco que vive el país por la pandemia del COVID-19.
“Las EPS cuentan con personal que trabajan en turnos de día y noche para que no falte agua potable ni decaiga la producción promedio mensual, como la que se registra en Chiclayo, que bordea los 4´758,955 metros cúbicos, o la de las tres plantas de Sedaloreto, que tienen una producción de 3’151,173 metros cúbicos”, dijo Oscar Pastor Paredes, director ejecutivo del OTASS.
Personal ha trabajado arduamente para el correcto funcionamiento de 39 plantas de tratamiento, 16 galerías filtrantes, 56 pozos y 3 fuentes de aguas naturales. Además, realizan un monitoreo diario de la calidad del recurso, en los laboratorios con los que cuentan las empresas.
Medidas de emergencia
En el contexto de la emergencia, las empresas han adoptado medidas como repartir diariamente de manera gratuita agua potable a zonas vulnerables que no pertenecen a la jurisdicción de estas EPS. También han acompañado a los alcaldes en las medidas de limpieza de sus ciudades.
“También se atienden emergencias y reportes diarios para la reparación y desatoro de tuberías de agua y desagüe, reposición de tapas y trabajos con modernas maquinarias... Camiones cisterna han sido puestos a disposición de alcaldes para el apoyo en la limpieza, a fin de evitar más brotes de COVID-19”, puntualizó Pastor.