Desde que inició la pandemia por el coronavirus el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha venido trabajando en coordinación con las distintas autoridades nacionales para velar por el futuro y la salud de los niños y adolescentes que representan a la población vulnerable.
Unicef señala que hasta la fecha continúa trabajando para que los derechos de los más pequeños sean prioritarios. En ese sentido, indicó que una de las principales acciones ejecutadas fue la realización de guías digitales que estaban dirigidas a madres, padres y cuidadores con mensajes para prevenir el coronavirus y generar una convivencia positiva.
Pero para que esto pueda llegar a zonas más alejadas, estas guías fueron adaptadas al idioma quechua y se convirtieron en vídeos con lengua de señas para que los mensajes lleguen a madres y padres con discapacidad auditiva.
Respecto a las comunidades indígenas dijo que se desarrolló cinco micro-informativos para radio y televisión en lenguas originarias como asháninka, awuajún, aymara, quechua, shipibo-conibo y dialectos andino y amazónico.
A esto se añade que se crearon vídeos donde los adolescentes comparten mensajes de cuidado mutuo por el COVID-19 y que han sido difundidos en plataformas digitales.
Por otro lado, informa que los niños en edad escolar se quedaron sin poder ir a la escuela, mientras que otro grupo que no contaba con internet en sus casas no pudieron conectarse a sus clases virtuales. A raíz de la pandemia, agrega, más de 8 millones de niños y adolescentes dejaron de asistir a la escuela.
Es así que luego de cuatro meses esta institución presentó el informe “120 días de COVID-19, 120 días de Acción en Perú”, donde recopila las acciones realizadas con el Estado Peruano, con la sociedad civil, la empresa privada y la niñez y adolescencia para dar prioridad a los derechos de los menores.
La institución decidió actuar de esta manera al observar que el presente y futuro de los niños y adolescentes se ha visto comprometido tras el brote del COVID-19. Explica que los recién nacidos se encontraban con el miedo de sus madres a darles de lactar, también se suspendieron los controles de crecimiento y desarrollo, así como las vacunas.
Finalmente, indicó que cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud (Minsa) para la elaboración de protocolos, guías y normas que promuevan la lactancia, protejan la salud mental y establezcan medidas de seguridad para las salidas de los niños de casa.
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